Miles de manifestantes en Nueva York por un Irán libre
Nueva York – En una poderosa muestra de solidaridad durante dos días (23 y 24 de septiembre) frente a la sede de las Naciones Unidas, miles de iraní-estadounidenses, simpatizantes de la Resistencia iraní y personalidades internacionales exigieron el fin de la dictadura iraní, expresando su apoyo a una alternativa democrática. También denunciaron la participación del presidente del régimen iraní, Masoud Pezeshkian, en la Asamblea General de la ONU, enviando un mensaje rotundo de que el futuro de Irán pertenece a su pueblo, no a los mulás ni a una monarquía.
Las multitudes portaban pancartas con el lema «Ni al sha, ni a los mulás — sí a una república democrática», mientras que oradores de Estados Unidos, Europa y de la diáspora iraní denunciaron el historial del régimen en materia de ejecuciones, agresión regional y engaños nucleares. Los manifestantes se congregaron en torno al Consejo Nacional de la Resistencia Iraní (CNRI) y su presidenta electa Maryam Rajavi, cuyo plan de diez puntos aboga por una república laica, democrática y no nuclear en Irán.
Dirigiéndose a los manifestantes, la señora Rajavi elogió la perseverancia de los iraníes en el extranjero que se reúnen cada año para protestar. Afirmó que su voz representa la verdadera voz del pueblo iraní ante la comunidad internacional.
«El mensaje es muy simple y claro», declaró. «Derrocamiento y cambio democrático — una república democrática con libertad y derechos democráticos. No queremos ni un mulá ni un sha. La era de todas las formas de dictadura, ya sea religiosa o monárquica, ha terminado. Nuestro mensaje para el futuro de Irán es simple: la soberanía del pueblo — la república del pueblo».
La señora Rajavi subrayó la trayectoria del CNRI en la revelación de las actividades nucleares secretas de Teherán. Durante los últimos 23 años, el CNRI ha sacado a la luz 133 aspectos del programa armamentístico del régimen que eran previamente desconocidos.
También condenó la magnitud sin precedentes de las ejecuciones bajo la presidencia de Pezeshkian, destacando que 1.817 personas habían sido ejecutadas en solo 14 meses. Señaló que estos crímenes constituyen crímenes de lesa humanidad y exigen rendición de cuentas ante un tribunal internacional.
Advirtiendo que Teherán nunca renunciará a sus ambiciones nucleares, la señora Rajavi recalcó que Europa se había visto obligada a invocar en el último momento la cláusula de “snapback”. Instó a la comunidad internacional a abandonar la política de apaciguamiento y a reconocer el derecho del pueblo iraní a resistir la tiranía. Subrayó el papel fundamental de las Unidades de Resistencia de los Muyahidines del Pueblo de Irán (PMOI/MEK) dentro del país, describiendo a sus miembros como «los combatientes más despiertos y vigilantes de Irán» y afirmando que encarnan el espíritu de los levantamientos de la nación.
