CNRI – El martes Irán advirtió que tendría la capacidad de enriquecer uranio en el espacio de cinco días solamente si decide retirarse del acuerdo nuclear firmado en 2015 con las superpotencias mundiales, incluyendo Estados Unidos. Expertos afirman que Irán podría desarrollar una bomba nuclear en un espacio entre seis meses y un año.
Los Estados Unidos y la AIEA examinan actualmente la situación nuclear iraní y esta última amenaza es un claro signo de no cooperación. Sin embargo debemos mirarla con cuidado pues Irán no dice que enriquecerá uranio a una tasa del 90% -la tasa necesaria para ser usado como materia prima para armas nucleares-, indica que irá hasta el 20%, que es lo que logró antes de firmar el acuerdo nuclear. Desde que el acuerdo fue firmado Irán ha debido permanecer en el margen entre el 3% y el 5%, lo que significa que Irán no podrá pasar a desarrollar armas inmediatamente.
La administración Obama señalaba que el acuerdo nuclear obligaría a Irán a retardar sus planes de fabricación para hacerlos de hasta un año, pero los expertos creen que podrían lograrlo en 6 meses.
La República Islámica intenta asustar diciendo que lo hará en cinco días. Una posible razón para realizar estas amenazas es que Irán quiere que el acuerdo permanezca por sus intereses económicos. Si se acaba el acuerdo Irán perdería enormemente a nivel financiero. Como está ahora, Irán trabaja en su posicionamiento regional y el aspecto financiero del acuerdo le conviene.
El acuerdo nuclear también es bastante permisivo con Irán y el régimen está gravemente preocupado de que si se cae el acuerdo la administración Trump aplicará peores sanciones.
Si el acuerdo se cumple, algunos dice que Irán se moderará. Temen que si el acuerdo se cae Irán estará aún más fuera de control en la región y temen las consecuencias, pero una cosa que podemos deducir de las amenazas iraníes es que el régimen claramente no ha renunciado a su programa de desarrollo nuclear, por tanto el acuerdo ha técnicamente fracasado. Los que dicen que Irán amenaza a Estados Unidos como retaliación contra las amenazas de Donald Trump deben recordar que la administración Obama –que apaciguó al régimen- también recibía las mismas amenazas