Tras dos semanas de retirarse del acuerdo nuclear, el Secretario de Estado Estados Unidos reconoció el levantamiento popular contra la dictadura religiosa patrocinadora del terrorismo y pidió un frente internacional contra el régimen iraní.
El Secretario de Estado se refirió a los grandes fallos del acuerdo nuclear y el “dinero manchado de sangre” dado al régimen y a individuos como Qassem Soleimani, comandante de la Guardia Revolucionaria, recordando resoluciones del Consejo de Seguridad para reiterar que todo acuerdo con el régimen iraní debe incluir un freno al enriquecimiento nuclear, acceso desclasificado a todas las instalaciones nucleares, el fin de la proliferación de misiles balísticos y del desarrollo de sistemas de misiles capaces de transportar armas nucleares, el respeto por la soberanía de Irak, el desarme de las fuerzas satélites, la retirada de todas las fuerzas bajo comando iraní de Siria, el fin del lanzamiento de misiles y amenazas a sus vecinos y el fin del apoyo a grupos terroristas en Yemen, Líbano y Afganistán. El Secretario de Estado enfatizó que la negociación era una posibilidad si Teherán cambia su comportamiento.
La Sra. Maryam Rajavi, presidenta electa del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán para el periodo de transición a un gobierno popular, describió el reconocimiento del levantamiento popular y de las demandas de la resistencia del pueblo iraní durante los últimos 37 años como “un gran paso”. “El cambio en el comportamiento de los mulás llevará inevitablemente a un cambio de régimen. Un cambio democrático en Irán es la única solución a los problemas del país y a las crisis de la región. Formar un frente internacional contra la dictadura religiosa y terrorista en Irán es un requisito para lograr paz, seguridad y coexistencia en la región y el mundo” declaró.
Cuando empezaron las negociaciones nucleares con el régimen de los mulás el 24 de noviembre del 2013 la Sra. Maryam Rajavi había enfatizado: “la completa implementación de las resoluciones del Consejo de Seguridad, particularmente un alto al enriquecimiento de uranio, la firma del Protocolo Adicional, y el acceso sin restricciones a los inspectores de la AIEA a centros nucleares son claves para que el régimen abandone el desarrollo de armas nucleares”.
Igualmente la Sra. Rajavi reiteró tras la firma del acuerdo nuclear el 14 de julio del 2015: “sortear seis resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y un acuerdo sin firma, que no cumple los requisitos de un tratado internacional, no bloquearán el camino de los mulás de mentiras y búsqueda de una bomba nuclear. Otro tema importante es que el dinero vertido a los cofres del régimen debe ser estrictamente vigilado por Naciones Unidas para monitorear que se use en las necesidades urgentes del pueblo iraní, especialmente en el pago de los magros salarios de trabajadores, maestros, y enfermeras y para que se use en alimentación y medicinas para los ciudadanos”. De lo contrario, afirmó, “Jamenei los usará para exportar terrorismo y fundamentalismo a Siria, Yemen y Líbano y para llenar los cofres de la Guardia Revolucionaria”, agregando: “es el derecho del pueblo iraní saber que lograremos con este acuerdo, del que los mulás dijeron dependía nuestra agua, nuestro pan y nuestro medio ambiente. Cualquier acuerdo que no tome en consideración los derechos humanos del pueblo iraní solo alentará al régimen a continuar con la represión y las ejecuciones, atropellaría los derechos del pueblo iraní, la Declaración Universal de los derechos humanos y la Carta de Naciones Unidas”.
Secretariado del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán
21 de mayo de 2018