Autoridades peruanas detuvieron a un hombre libanés en posesión de explosivos en la capital, Lima. Planeaba “ejecutar un gran ataque” contra objetivos judíos en Perú.
Fuerzas de seguridad de la Dirección Antiterrorista registraron la casa de Mohammad Amadar en el distrito de Surquillo el jueves pasado, donde encontraron detonadores y TNT según reportó el diario peruano La República.
El ciudadano libanés es aparentemente miembro de Hezbolá y la Dirección Antiterrorista había sido informada de una llegada al país de un miembro de esta organización por “agencias de inteligencia extranjeras”.
El Ministro del Interior peruano Daniel Urresti afirmó en un comunicado que Amadar estaba vinculado a una “organizacion terrorista internacional”.
Otros reportes indican que Amadar había “hecho inteligencia” sobre objetivos judíos en Perú para llevar a cabo “un gran ataque”.
Hezbolá mantiene una red importante de captación de fondos en suramérica, que es un destino popular entre los inmigrantes libaneses. Este grupo no esconde su presencia en suramérica.
Un estudio del 2003 de la División Federal de Investigaciones de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos y del Centro de Crímen y Narcóticos de la CIA concluyó que “Hezbolá ha ganado cientos de millones dólares del narcotráfico y tráfico de armas, pirateo de productos y otras actividades ilícitas” en la cuasi anárquica triple frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay.
Hezbolá fue fundada por la Guardia Revolucionaria del Régimen iraní poco después de la revolución de 1979 en Irán.
El Daily News de Nueva York reportó en octubre del 2013: “hoy, Hezbolá no es un satélite del régimen iraní. Es un “socio estratégico” de este régimen. Como lo indicó el director del Centro National Antiterrorista James Clapper, Hezbolá e Irán se encuentran en “un acuerdo de asociación… donde Irán es el socio principal”.
En enero del 2014 el Ministro actual de Asuntos Exteriores del Régimen, Mohammad Javad Zarif, depositó una ofrenda floral en la tumba de Imad Mughniyeh, líder principal y operativo de las fuerzas de Hezbolá durante muchos años.
Imad Mughniyeh fue el hombre tras el atentado con bomba en 1983 contra los cuarteles de la Marina en el Líbano.
En julio de 1987 el entonces Ministro de la Guardia Revolucionaria del régimen de Irán, Mohsen Rafiqdoost, dijo: “tanto el TNT como la ideología con la que se envió al infierno de una explosión a 400 funcionarios, suboficiales y solidados en los cuarteles de la marina fueron provistos por Irán”.