Declaración de UN Watch
Punto 2 Reporte sobre países- Debate General
23 de Marzo, 2016
Gracias, Señor Presidente.
UN Watch condena fuertemente las graves violaciones de derechos humanos que se viven todos los días en la Republica islámica de Irán.
Algunos de los abusos más preocupantes del informe del Secretario General incluyen:
• El número de ejecuciones en 2015, incluyendo mujeres y menores de edad, podría ser tan alto como más de 1,000
• Existen fotografías de ejecuciones públicas en las que, en ocasiones, aparecen niños presenciando estos actos
• El castigo corporal, incluyendo la amputación, flagelación y ceguera forzada, se aplicó contra presos
• Las mujeres y las niñas iraníes siguen siendo objeto de discriminación en los ámbitos del matrimonio, el empleo y la participación política y son sometidas a prácticas humillantes y degradantes como pruebas de virginidad y embarazo
En esta sesión del Consejo, el gobierno de Irán distribuyó libros asegurando al Consejo que se ha adherido a las recomendaciones del EPU – pero eso no podría estar más lejos de la verdad.
El gobierno de Irán afirma haber aceptado la recomendación de tomar medidas contra Ia tortura u otros tratos crueles, inhumanos y el castigo.
Hemos escuchado, por parte del Sr. Shaheed y varios otros aquí en la ONU, que Irán “ejecuta a más personas per cápita, que cualquier otro país en el mundo.”
Los que se “salvan” de la pena de muerte, a veces son condenados a hasta 1,000 latigazos en la espalda.
El gobierno también ha aceptado la recomendación para mejorar los esfuerzos para promover los derechos de grupos vulnerables, incluyendo mujeres y niños.
Las mujeres también son víctimas de latigazos, y como se mencionó en el informe del Sr. Shaheed, los niños también son testigos y víctimas de estas atrocidades.
Las mujeres culpadas de adulterio son condenadas a muerte por lapidación bajo la justificación del artículo 225 del nuevo Código Penal Islámico que prescribe “lapidación” como un castigo legítimo.
Señor presidente,
Esto no es cuestión de soberanía nacional, como continuamente escuchamos en el Consejo. Se trata de una cuestión de respeto de derechos básicos y reconocimiento por el valor humano.