“Durante los últimos 40 años, nada ha sucedido contra nuestro régimen en donde el MEK no haya tenido el papel principal”. Estas son las palabras de Mostafa Pour-Mohammadi, el Ministro de Justicia del régimen iraní durante el primer mandato del llamado presidente moderado de los mulás Hasán Rouhani.
En el verano de 1988, Pour-Mohammadi formó parte de la Comisión de la Muerte de Teherán, que ordenó la ejecución de 30,000 prisioneros políticos, en su mayoría miembros y simpatizantes de la Organización de Muyahidines del Pueblo (OMPI/PMOI o MEK) durante unas pocas semanas basado en una fatwa de Jomeini.
Actualmente asesor del Jefe Judicial del régimen (Ebrahim Raisi, otro miembro de la Comisión de la Muerte de Teherán), Pour-Mohammadi dejó de lado todas las consideraciones políticas en una entrevista con la revista Mosalas el 24 de julio de 2019.
Cuando se les preguntó cómo ejecutaron prisioneros políticos que ya estaban cumpliendo sus condenas de prisión, respondió: “Quien esté en las líneas enemigas es el enemigo. ¿Qué se supone que debemos hacer al enemigo? Se supone que debemos luchar contra el enemigo “. Amenazó al MEK:” Todavía no hemos resuelto las cuentas con el MEK. Discutiremos estos asuntos después de que los eliminemos “. Elaboró más:” Todo este asunto es irrelevante y no merece atención. Pero, creo que una vez, si Dios quiere, nos deshacemos del MEK, estos asuntos se aclararán con mayor detalle “.
Los comentarios de Pour-Mohammadi son una confesión a una verdad que ha sido encubierta durante tres décadas por los mulás pues todavía se abstienen de proporcionar detalles sobre la masacre de 1988, los nombres de las víctimas, sus números, lugares de entierro, etc. Por otro lado, muestran el nivel de miedo en el régimen de la demanda pública de justicia sobre este crimen de lesa humanidad.
Los comentarios de este asesino serial generaron una ola de condena internacional. Amnistía Internacional dijo en un comunicado que las impactantes observaciones de Pour-Mohammadi son “un claro recordatorio de la sensación de impunidad que disfrutan los altos funcionarios vinculados a los asesinatos”.
El hecho de que Pour-Mohammadi y sus secuaces hayan tratado tan descaradamente de justificar su crimen contra la humanidad es señal de un esfuerzo inútil frente a la demanda pública de responsabilizar a las autoridades de un régimen que durante cuatro décadas no ha traído más que ejecuciones y encarcelamiento para el pueblo iraní.
En realidad, las continuas protestas contra el régimen en Irán junto con el cambio en las circunstancias internacionales contra el régimen y el aumento del apoyo internacional a la Resistencia iraní -además de la difusión de las actividades del MEK dentro de Irán y en el extranjero, incluida su convención de cinco días en Ashraf-3-, han causado desesperación y deserción entre las fuerzas del régimen que temen por su futuro. Pour-Mohammadi también tiene como objetivo apoyarlos con tales comentarios criminales.
Pero, los mulás no pueden retrasar el tiempo, y en su mayor aislamiento internacional y regional, no pueden evadir su seguro derrocamiento.