Tras llevar a cabo un acto de guerra atacando las instalaciones petroleras de Arabia Saudita, el presidente del régimen iraní, Hasán Rouhani, fue a Nueva York con un ridículo “Plan de Paz de Ormuz”, con la esperanza de poder obtener más concesiones del otro lado.
El régimen iraní pensó que podría chantajear a la comunidad internacional con terrorismo y belicismo y ganar la delantera. No se dio cuenta de que, dado que la política de apaciguamiento ha fallado, estas acciones tendrían un efecto adverso. El mundo vio que las concesiones hechas al régimen a través del acuerdo nuclear de 2015, conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA por sus siglas en inglés) no lograron mejorar el comportamiento del régimen y más bien solo lo alentaron a continuar su terrorismo, ataques con misiles y ataques con drones. En otras palabras, ahora está claro que este régimen ni siquiera tiene la capacidad de aceptar las generosas soluciones de Francia.
En un viaje a Estados Unidos hace casi un año y medio, el presidente de Francia propuso un plan para evitar que Estados Unidos se retire del Acuerdo Nuclear. Con base en este plan, el régimen iraní tuvo que aceptar negociaciones sobre sus programas de misiles balísticos y su intromisión regional, pero el régimen se negó, convirtiendo efectivamente el plan de Francia en un fracaso.
Por lo tanto, mientras la Asamblea General de las Naciones Unidas estaba en marcha, las tres potencias europeas, Gran Bretaña, Francia y Alemania, en una declaración conjunta condenaron el papel del régimen iraní en el ataque a las instalaciones petroleras sauditas, declarando: “Está claro para nosotros que Irán tiene la responsabilidad de este ataque. No hay otra explicación plausible”.
Además, el secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Dominic Raab, dijo en una declaración del 25 de septiembre: “Las violaciones de Irán no son meras violaciones técnicas de las reglas internacionales; son acciones desestabilizadoras graves y sistémicas que socavan el estado de derecho internacional. Esas acciones deben tener consecuencias”. Sobre el ataque a las instalaciones petroleras sauditas, el Sr. Raab dijo: “Ahora estamos seguros de que Irán fue responsable (…) esta conducta equivale a un ataque armado contra Arabia Saudita, una violación de uno de los principios básicos del derecho internacional bajo la Carta de las Naciones Unidas”.
En contraste con la posición anterior de Gran Bretaña, el Secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido declaró que el Acuerdo Nuclear “nunca fue diseñado para abordar nuestra preocupación de larga data sobre el comportamiento desestabilizador más amplio de Irán en la región”.
Agregó: “El terrible historial de derechos humanos de Irán sigue siendo una seria preocupación para el Reino Unido” y “el historial de respeto de Irán por las normas básicas del derecho internacional es lamentable y está empeorando”.
“No responsible government should subsidize Iran’s bloodlust. As long as Iran’s menacing behavior continues, sanctions will not be lifted; they will be tightened.” – The full Iran portion of President @realDonaldTrump‘s remarks at #UNGA 1/2 pic.twitter.com/vgDCogqgMB
— Len Khodorkovsky (@MessageFromLen) September 26, 2019
En su discurso ante la Asamblea General el 24 de septiembre, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, hizo una distinción entre el pueblo iraní y el régimen de los mulás, al afirmar: “Los ciudadanos de Irán merecen un gobierno que se preocupe por reducir la pobreza, terminar con la corrupción y aumentar el empleo, no que robe su dinero para financiar una masacre en el extranjero y en casa”. Al describir al régimen de los mulás como el principal patrocinador estatal del terrorismo en el mundo, declaró:” Mientras continúe el comportamiento amenazante de Irán, no se levantarán las sanciones; serán aumentadas. En respuesta al reciente ataque de Irán a las instalaciones petroleras de Arabia Saudita, acabamos de imponer el nivel más alto de sanciones al banco central y al fondo soberano de Irán”.
Es importante destacar que, después de la Asamblea General, la UE envió un mensaje al régimen iraní de que si no deja de incumplir sus compromisos bajo los términos del Acuerdo Nuclear para el próximo mes, la UE también se retiraría del acuerdo, lo que significaría efectivamente su final.
En Nueva York se vio que el régimen de los mulás estaba más aislado que nunca, y Rouhani regresó con las manos vacías. Su viaje mostró cada vez más claramente el callejón sin salida al que enfrentan los mulás. El régimen no puede cumplir con las normas internacionales y detener sus proyectos nucleares y de misiles y su guerra en la región porque eso conduciría a su colapso interno. Sin embargo, tampoco es capaz de resistir una sociedad explosiva, mayores sanciones internacionales y una resistencia organizada. Este es un estancamiento mortal del que el régimen no puede escapar.