CNRI – Desde que los Nazis desplegaron por primera vez durante la 2da Guerra Mundial un arsenal de misiles balísticos, el mundo ha estado preocupado por la amenaza que estas armas plantean a la seguridad mundial.
Ahora, más de 70 años después de esa innovación, los misiles pueden viajar largas distancias en cortos periodos de tiempo, superar las capas de la atmósfera terrestre y portar cabeceras nucleares o químicas sin ser detectados, lo que puede causar niveles de destrucción sin precedentes. Es por ello que el mundo se preocupa ante la posibilidad de que estas armas terminen en manos de regímenes como el de Irán o Corea del Norte, que llevan a cabo pruebas de misiles balísticos regularmente.
Mientras algunos han calificado esas pruebas como propaganda y postureo, todavía son una seria amenaza a la comunidad global, especialmente considerando que ambas dictaduras trabajan juntas en la investigación sobre armas nucleares.
Desarrollando tecnología nuclear
El acuerdo nuclear de 2015, que se supone debía cerrar el camino de desarrollo de armas nucleares para Irán en un lapso de alrededor de 10 años, no contiene ninguna provisión sobre misiles balísticos. Esto es de una importancia crucial pues estos son el único sistema para lanzar ataques nucleares con impunidad.
La resolución de Naciones Unidas que rodea el acuerdo implora a Irán no probar misiles balísticos, lo que muchos opinan no es suficiente, especialmente porque el acuerdo nuclear significó mucho dinero para Irán que han gastado casi enteramente en belicosidad, especialmente en el desarrollo de misiles balísticos.
Laura Carnahan escribe en Irán Lobby: “Los resultados han sido desastrosos pues básicamente se les dio un pase libre para desarrollar una capacidad en misiles que antes del acuerdo era apenas incipiente… no es una coincidencia que tras el acuerdo nuclear el mundo de pronto vio lanzamientos de misiles más grandes y poderosos en instalaciones iraníes lo que muestra que los mulás no tenían ningún reparo en usarlos como amenaza a sus vecinos sunitas como Arabia Saudí y frente a Estados Unidos también”.
La respuesta estadounidense
Tras la descertificación del cumplimiento del régimen iraní al acuerdo nuclear decretada por Trump el mes pasado, el Congreso debe ahora decidir cómo responder a la amenaza de misiles iraní.
La Cámara de Representantes estadounidense votó abrumadoramente por imponer nuevas sanciones contra el programa balístico de misiles iraní y de las entidades extranjeras que lo apoyan. También coincidió en imponer sanciones a grupos terroristas apoyados por Irán como Hezbolá.
El presidente iraní Hasán Rouhani respondió afirmando que estas sanciones no tendrían impacto en el uso por parte del régimen de misiles balísticos, que sería ahora la norma. El régimen tiene el hábito de pretender que las acciones estadounidenses no tienen ningún impacto en su accionar.
Recientemente Estados Unidos se ha dado cuenta que tanto el programa nuclear como el balístico iraní tienen que ser tratados como una sola entidad. Es la única manera de contrarrestar las peligrosas amenazas a la seguridad global que presenta Irán.