Estados Unidos continuó su campaña de “máxima presión” contra Irán el mes pasado al anunciar nuevas sanciones. Estas sanciones lograron parar un plan iraní para enviar petróleo a Siria a pesar de las sanciones impuestas a las exportaciones de crudo y brindar así apoyo material a la dictadura de Bashar Al Assad.
El Departamento del Tesoro luego designó nueve objetivos más vinculados a lo que llamó una “conspiración de funcionarios iraníes” para enviar millones de barriles de petróleo a la dictadura de Assad a cambio del efectivo que Irán utilizó para financiar grupos satélites designados como entidades terroristas.
Pero esa no fue la única reprimenda a la participación maligna de Irán en Siria este año. En abril, una coalición de fuerzas de EE.UU., Reino Unido y Francia lanzó ataques aéreos en sitios donde se sabe se desarrollan o almacenan armas químicas sirias. Este bombardeo se produjo en respuesta a un ataque químico por parte del gobierno sirio que mató al menos a 43 civiles y en donde resultaron heridos cientos más.
Irán respondió con una advertencia del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre “consecuencias regionales”. El líder del régimen, Ali Jamenei, afirmó que no se lograba ningún con estos ataques “criminales”, y el presidente iraní, Hassan Rouhani, dijo que esto llevaría a la destrucción de países de Oriente Medio. ¿Por qué responden de esta manera? Porque un ataque a los depósitos de armas químicas en Siria es efectivamente un ataque al régimen iraní.
El pueblo iraní también está indignado por la participación del régimen en Siria, como lo han dicho una y otra vez en las protestas contra el régimen que han plagado al país desde diciembre pasado. Un grito popular de los manifestantes es “No Gaza, No Líbano, yo sacrifico mi vida por Irán”. La gente está enojada por la corrupción del régimen, una situación económica muy grave y las promesas incumplidas de los mulás, todo esto relacionado con la costosa participación de Irán en Siria. El régimen ha respondido con amenazas, arrestos e incluso ejecuciones.
Sin embargo, tal vez la forma más obvia en que el régimen está devolviendo el golpe al pueblo iraní y a los gobiernos occidentales es a través de sus planes de terrorismo contra los disidentes iraníes en Europa y los Estados Unidos. El Régimen cree que estos complots -todos los cuales afortunadamente han sido frustrados por las autoridades pertinentes- envían un mensaje al mundo para dejar de ejercer presión sobre el Régimen, pero, honestamente, envían el mensaje de que el único obstáculo es ser duros con los mulás. Así que con los servicios de inteligencia occidentales preocupados por nuevos ataques, Europa debería poner fin a su apaciguamiento de Irán y aumentar las sanciones sobre ellos también.