“Pedir a Irak hacer una investigación sobre la masacre en el Campo Ashraf es como si pidiéramos a (Bashar al) Asad investigar sobre su utilización de gases químicos contra su propio pueblo” – Struan Stevenson
AFP- Bruselas- El diputado europeo británico Struan Stevenson, presidente de la delegación del Parlamento Europeo para las relaciones con Irak, pidió este jueves a la ONU que abra una investigación sobre la “masacre” del domingo en un campo de refugiados iraníes en Irak.
“La ONU tiene que abrir una investigación exhaustiva e independiente sobre esta atrocidad para que los responsables rindan cuentas y puedan ser inculpados de crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra”, afirmó el eurodiputado conservador durante una rueda de prensa en el Parlamento Europeo, en Bruselas.
Stevenson acusó a “las fuerzas iraquíes” de haber dirigido el asalto contra el campamento de Ashraf, que acoge a refugiados iraníes contrarios al régimen de Teherán al nordeste de Bagdad.
El ataque dejó al menos 52 muertos, según observadores de la ONU.
La Unión Europea (UE) y numerosas capitales occidentales condenaron el ataque, pero igual que la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, los responsables occidentales no realizaron ningún comentario sobre las circunstancias del hecho.
Ashton pidió a las autoridades iraquíes que aclaren esta matanza y la ONU pidió al gobierno de Bagdad una investigación “imparcial” y “sin demora”.
Stevenson dijo estar “consternado” por esta actitud. “Es como si pidiéramos a (Bashar al) Asad investigar sobre su utilización de gases químicos contra su propio pueblo”, dijo.
El diputado pidió a los países de la UE, a Canadá, a Estados Unidos y a otras capitales occidentales que acojan a los refugiados iraníes que se encuentran en Irán “tan pronto como sea posible”.
Mientras tanto, “cascos azules o al menos observadores de la ONU tienen que quedarse en los campamentos de refugiados para impedir cualquier nueva agresión”.
Los Muyahidines del Pueblo son un grupo contrario al régimen de Teherán, un centenar de cuyos miembros viven en el campamento de Ashraf.
Este grupo acusó a las fuerzas de seguridad iraquíes de la masacre, lo que Bagdad desmintió y afirmó que sus efectivos respondieron a un ataque de los exiliados.
Los exiliados iraníes, a los que Sadam Husein acogió en Irak en los años 1980, fueron desarmados tras la intervención estadounidense en este país árabe en 2003 y el gobierno iraquí, de mayoría chiita y próximo a Teherán, intenta desde entonces acabar con su presencia en la zona.
