Francia condena con firmeza los actos de violencia ocurridos en el campo de Ashraf el 1° de septiembre, y expresa sus condolencias a los familiares y amigos de las víctimas.
La violencia en contra de la población civil y, en particular, de los refugiados, es inaceptable.
Francia reitera que corresponde a las autoridades iraquíes garantizar la seguridad de los campos de refugiados, incluyendo los campos de Ashraf y de Hurriyah, así como proporcionar la asistencia médica necesaria a los heridos. Asimismo, desea que el gobierno iraquí lleve a cabo una investigación independiente y profunda que permita esclarecer estos actos de violencia y procesar a sus autores.
Francia reafirma su apoyo a la acción del Alto comisionado para los refugiados, así como a los esfuerzos de la Misión de asistencia de Naciones Unidas para Irak (MANUI). También, saluda la determinación de dicha misión para encontrar una solución pacífica y duradera para poner en marcha, en las mejores condiciones, el memorandum de acuerdo que firmaron la MANUI e Irak en diciembre de 2011.