Los reportes recibidos indican que se planea extraditar en los próximos días a los siete rehenes tomados del Campo Ashraf en Irak durante la masacre del primero de septiembre. Los siete, seis mujeres y un hombre, fueron secuestrados durante el ataque en el que resultaron asesinadas 52 personas y heridas muchas más. Actualmente están retenidos cerca al Aeropuerto de Bagdad y se encuentran en huelga de hambre desde su secuestro.
Una posible extradición a Irán resultaría en un grave peligro de tortura y muerte. Estos rehenes son personas protegidas bajo la 4ta Convención de Ginebra y esperan relocalización a terceros países.
“Estoy sumamente preocupado por la difícil situación de estos rehenes, así como de la falta de protección en ambos campos, que hace a los residentes vulnerables ante futuros ataques. Llamo a los líderes europeos, a las Naciones Unidas y al gobierno de los Estados Unidos a que pidan una investigación seria sobre esta atrocidad, para que hagan un llamado al gobierno de Irak para que sean liberados sanos y salvos los rehenes y para asegurar protección de Naciones Unidas a ambos campos hasta que todos los residentes hayan sido relocalizados” dijo Alejo Vidal-Quadras.