En una medida inhumana y anti-islámica, el comité iraquí encargado de la represión a los residentes iraníes del Campo Ashraf ahora en el Campo Liberty se niega a entregar el cuerpo de un residente fallecido el mes pasado a causa del asedio médico para su entierro.
El Sr. Taghi Abbassian, miembro de la oposición iraní Organización de Mojahedines del Pueblo de Irán (PMOI/MEK) murió en septiembre debido al asedio médico impuesto contra el Campo Liberty.
A pesar de que todas las formalidades legales para su entierro han sido completadas hace un tiempo, el cuerpo del Sr. Abbassain no ha sido entregado a los residentes.
Durante las semanas pasadas, los representantes de los residentes y sus asesores legales han hecho más de 20 peticiones a la estación de policía del Campo Liberty para que entreguen su cuerpo para enterrarlo. También han pedido solución para este asunto a través de reuniones o contactos telefónicos con la Misión de Naciones Unidas para Irak y sus monitores.
El comité a cargo de la represión a los residentes del Campo Ashraf, supervisado por Faleh Fayyad, el asesor de seguridad nacional de Nouri al-Maliki, tortura psicológicamente a los miembros de las familias de las víctimas y a todos los residentes del Campo Liberty al negarse a entregar los cuerpos de los fallecidos.
El cadáver de otro residente, el Sr. Bardia Amir-mostofian de 44 años que falleció el 20 de marzo del 2012 de un ataque cardiaco causado por fatiga durante el translado forzado de los residentes del Campo Ashraf, fue entregado a los residentes 11 meses después.
Los cuerpos de cuatro residentes asesinados durante el cuarto ataque con misiles al Campo Liberty fueron entregados 8 meses después del ataque.
Los cuerpos de Hamid Shakeri y Mohammad Babaei, muertos a causa del acoso médico, fueron entregados para su entierro cuatro y seis meses después de su deceso y se permitió su entierro tras incontables quejas y peticiones hechas por sus familiares y amigos.
Más aún, tras una orden de Nouri al-Maliki, el comité se negó a entregar los cuerpos de 52 miembros de la Organización de Mojahedines del Pueblo de Irán (PMOI/MEK) masacrados el 1ro de septiembre del 2012 a sus familiares en Liberty.
Con el objetivo de erradicar las huellas de este gran crimen contra la humanidad, fueron enterrados en secreto en una ubicación desconocida. Sus familias no han podido aún visitar las tumbas de sus seres queridos.
La resistencia iraní llama al Secretario General de Naciones Unidas, al Alto Comisionado para los Refugiados, al Alto Comisionado para los Derechos Humanos y a funcionarios estadounidenses a tomar acciones inmediatas para detener estas prácticas inhumanas que violan muchos tratados internacionales que obligan al respeto al tratamiento de los cuerpos de los fallecidos.