El inhumano régimen clerical de Irán ahorcó al menos 16 prisioneros el 1ro de junio en las ciudades de Karaj y Orumiyeh.
Doce prisioneros fueron ahorcados colectivamente en la prisión Ghezel Hessar de Karaj. Habían sido transferidos a confinamiento solitario el 30 de mayo en preparación de la ejecución de su pena capital. Uno de ellos perdió la vida en confinamiento solitario antes del ahorcamiento debido a un ataque cardíaco. Familiares de los sentenciados se reunieron frente a la prisión para recibir los cuerpos de sus seres queridos Un día después, los guardias antidisturbios de Ghezel Hessar atacaron y golpearon a los prisioneros condenados a muerte que se negaban a comer como protesta ante las ejecuciones colectivas.
En otra atrocidad cuatro prisioneros kurdos fueron ejecutados colectivamente en la prisión Darya de Orumiyeh. Tres de ellos eran primos.
El fascismo religioso que gobierna en Irán, que es incapaz de confrontar las crecientes crisis domésticas e internacionales y la expansión de las protestas populares, no se frena de ninguna atrocidad para intensificar la atmósfera de terror. El 30 de mayo tres prisioneros fueron desfilados por las calles de Pakdasht (provincia de Tehéran) bajo el pretexto de ser “rufianes y maleantes”. El Coronel A’dinevand, comandante de las fuerzas de seguridad del condado Pakdasht dijo: “la gente debe saber que la seguridad no es algo que cualquiera puede perturbar”.
La única manera de remediar los crecientes problemas económicos y sociales de la oscura era de los mulás es erradicar a los rufianes y maleantes que gobiernan Irán, que no han traído más que corrupción, prostitución, adicción y desempleo a Irán.
Secretariado del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán
1 de junio de 2015