El acuerdo nuclear de 2015 debía supuestamente traer beneficios a todas las partes involucradas y a la comunidad internacional. Irán aceptó limitar sus actividades nucleares y a cambio se beneficiaría del levantamiento de sanciones que afectaban gravemente la economía iraní –sanciones que se aplicaban en sectores como el bancario, petrolero y comercial-.
El Presidente de los Estados Unidos Donald Trump ha atacado el acuerdo y aseguró en numerosas ocasiones que lo iba a revertir. Aunque este sigue intacto hasta el momento Trump ha dicho que tomará una decisión sobre su futuro el 12 de mayo.
El acuerdo fue negociado por Irán y los Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido, Alemania, Francia y la Unión Europea. Todas las partes, excepto Estados Unidos, han reafirmado su compromiso con el acuerdo en los últimos meses.
La negociación, llevada a cabo durante la administración de Obama, fue según muchos demasiado indulgente y le dio demasiadas concesiones a Irán. Obama prometió que la situación de los iraníes mejoraría y que los problemas domésticos también se solucionarían. Pero, ¿fue esto lo que ocurrió?
Las exportaciones de petróleo crecieron pero no cuanto se esperaba. Debido a este aumento el PIB del país aumentó durante el año posterior a la implementación del acuerdo, sin embargo este crecimiento se ha frenado. El objetivo de crecimiento de la economía iraní era de 8% por año, pero se estima que este año será de la mitad.
La moneda iraní ha sufrido grandes dificultades e inestabilidad durante varios años. En el 2012 perdió cerca del 60% de su valor frente al dólar debido a la mala gestión monetaria y a las sanciones que limitaban el acceso de Irán al sistema bancario internacional. Cuando se firmó el acuerdo nuclear, el presidente del régimen iraní Hasán Rouhani prometió a su pueblo que la tasa de cambio dejaría de fluctuar. Sin embargo la reciente incertidumbre sobre el acuerdo ha causado que la moneda de nuevo haya registrado una inmensa caída. Ha perdido casi la mitad de su valor frente al dólar en los últimos ocho meses.
Las exportaciones no petroleras también crecieron cuando se implementó el acuerdo pero las exportaciones agrícolas sufren, no sólo por el estado de la economía sino por la mala gestión de los recursos de la nación. Los agricultores y trabajadores de la tierra ven su sustento destruido ante sus ojos porque las autoridades iraníes no hacen nada para proteger el medio ambiente. También han desviado el curso de ríos y caminos de agua lo que ha llevado a mucha gente a quedarse sin acceso al preciado líquido dejando secos sus campos.
El acuerdo nuclear podría haber hecho una gran diferencia en la economía iraní, no sólo porque a Irán se le permitió acceder a fondos congelados de miles de millones de dólares. El pueblo de Irán debió ser el primero en beneficiarse, pero no lo fueron. El régimen iraní desvió estos recursos a otros proyectos como el conflicto en Siria, grupos terroristas internacionales, milicias y satélites en la región.