CNRI – En la mañana del miércoles primero de octubre, verdugos del régimen de los mullahs transfirieron súbitamente al Ayatollah Kazemaini Broujerdi de la Prisión de Evin a una locación desconocida. Los verdugos impidieron todo contacto con su familia. Estos han realizado una protesta frente a la “oficina del fiscal especial para el clero” pero funcionarios del régimen no han provisto respuesta alguna.
La semana pasada Mohammad Movahedi, fiscal especial para el clero, describió las creencias y opiniones de Boroujerdi como “herejía y apostasía”, y al ser su interpretación religiosa diferente a la de Khamenei, su sentencia es la muerte.
El Sr. Kazemaini Boroujerdi fue arrestado en octubre del 2006 por su interpretación diferente de la religión y su petición por la separación entre la mezquita y el estado. En una patraña de juicio fue condenado a 11 años de prisión. Durante su encarcelamiento fue sometido a las más severas presiones.
El Sr. Boroujerdi, quien sufre de diversos males debido a ocho años de encarcelamiento en las prisiones medievales del régimen, está en condiciones críticas y se le impide el tratamiento médico que requieren sus necesidades.
De manera similar, el 24 de septiembre los verdugos del régimen ejecutaron súbitamente al Sr. Amir Aslani de 37 años –los últimos ocho en prisión- bajo el cargo de “corrupción en la tierra, herejía en el Islam y nueva interpretación del Corán”. Fue inicialmente condenado a 28 meses en prisión, pero a través de continuos cargos fabricados, fue súbitamente condenado a muerte mientras el sistema judicial del régimen no había confirmado su sentencia. Fue ahorcado solo ante la presencia del jefe criminal de verdugos, juez Salavati.
La Resistencia Iraní hace un llamado a las organizaciones internacionales de derechos humanos a tomar pasos inmediatos para investigar la situación del Ayatollah Boroujerdi y salvar su vida, amenazada por la ejecución.