CNRI – Un prisionero de 27 años falleció debido a la falta de atención médica y de un pronto traslado al hospital en la prisión central de la ciudad de Zahedán al sureste del país el pasado sábado 17 de junio alrededor de las 13 horas.
Según informes obtenidos Naqib Altaz Qanbarzehi había sido arrestado cuando tenía 17 años y estuvo en prisión durante 20 más. Sufría de una condición cardiaca y tras 20 años en la prisión de Evin fue transferido a Zahedán la semana pasada. Fue arrestado junto a otras ocho personas bajo cargos de posesión de drogas y los otros ocho fueron ejecutados mientras él mismo estuvo en el corredor de la muerte durante 20 años hasta el sábado cuando falleció debido a la falta de tratamiento médico.
Otro prisionero de 17 años de edad, Said Gholami, quien sufre de graves problemas mentales, fue arrestado hace 8 días en la ciudad de Saraván por blasfemar al régimen. Fue llevado al pabellón 2 de la prisión central de Zahedán y fue brutalmente torturado con cables por dos interrogadores y su cuerpo terminó cubierto de sangre y golpes el domingo 18 de junio pasado. Según testigos su tortura fue tan brutal que llevaron a la clínica de la prisión y su condición es muy crítica.
Los torturadores que atacaron brutalmente a este prisionero enfermo fueron el guardián Mehdi Jahan-Tiq y el oficial de la Guardia Revolucionaria nombrado como “Moshtaq”. Estos dos torturadores, bien conocidos por su brutalidad en las torturas contra prisioneros políticos y ordinarios en la prisión central de Zahedán son conocidos como “los ahorcadores”. Además de que la familia haya entregado su certificado de incapacidad a los funcionarios de la prisión, su comportamiento durante su encierro hizo muy obvio que tenía un grave problema mental.