El 28 de agosto, el gobierno iraquí celebró una conferencia con el objetivo de “reducir las tensiones en la region”, “respetar la soberanía del gobierno iraquí” y “sacar a Irak de un escenario de confrontación entre potencias extranjeras”. Líderes de Egipto, Jordania, Qatar, Francia, el Primer Ministro de los Emiratos Árabes Unidos y los ministros de Relaciones Exteriores de Irán, Arabia Saudita, Turquía y Kuwait asistieron al encuentro. Si bien al régimen iraní no le gustó la ocasión, ciertamente quiso explotar la ocasión y posar para la imagen oficial.
Días antes de la conferencia, el pueblo de Irak realizó campañas en las redes sociales declarando que el presidente del nuevo régimen, Ebrahim Raisi, es una “persona non grata” en su país. Los hashtags en árabe como “no a Raisi en Irak” se convirtieron en tendencia en redes. Si eso asustó a Teherán y llevó a la decisión de enviar al ministro de Relaciones Exteriores en lugar del presidente es una buena suposición, pero el régimen seguramente sopesó seriamente las consecuencias de cualquiera de las opciones.
العراقيون يرفضون زيارة الرئيس الإيراني إلى #بغداد ويطلقون وسم #لانرحب_برئيسي_في_العراق pic.twitter.com/iNutDWONKS
— قناة وصال (@Wesal_TV) August 27, 2021
Sin embargo, la delegación del régimen iraní estaba encabezada por el nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Hossein Amir Abdollahian, quien no fue especialmente el centro de atención de la cumbre, pero si logró ser noticia.
Los medios estatales iraníes afirmaron que el objetivo de la cumbre de Bagdad sería intentar por parte de Mustafa al-Kadhimi de mejorar las relaciones entre Teherán y Riad. Como ha señalado el sitio web estatal Mizan afiliado al poder judicial del régimen, incluso el nombre de la conferencia fue cuestionado. Pero el primer ministro iraquí, Mustafa Al-Kadhimi, hizo público que invitaría a altos funcionarios de países de la región en un intento por ayudar a promover la paz y la estabilidad en su país. Teherán ciertamente tomó nota pues siempre ha tratado de mantenerse al tanto de los eventos en el Medio Oriente, especialmente en Irak, que considera su propio patio trasero.
Refiriéndose a la realización de seminarios y conferencias en Teherán en las últimas dos décadas, el medio estatal Armane Melli escribió: “Debemos decir que tras esto ahora Teherán está siendo marginado lentamente… el apoyo al pueblo palestino ya no se ve en Teherán, y Irán ya no puede permitírselo … Estos son temas que deben considerarse como señales fuertes que muestran que la posición de Irán en la región está cayendo”.
Al régimen también le disgustó que su aliado más cercano en el mundo árabe, Siria, no fuera invitado. Esto último se consideró un golpe serio, considerando que Teherán siempre había dictado sus términos a Bagdad.
La decepción también se ha manifestado en el lenguaje corporal. Mientras que los asistentes a la conferencia querían posar para fotografías, el ministro de exteriores del régimen decidió romper el protocolo y se negó a pararse en la segunda fila marcada para ministros de Relaciones Exteriores. Eligió interponerse entre los líderes de Egipto y los Emiratos Árabes Unidos, lo que provocó cierta frustración en el jeque Mohammed bin Rashid y una crítica seria de los medios de comunicación nacionales e internacionales. Cuando se le preguntó por qué se había negado a pararse en su lugar marcado, Amir Abdollahian respondió: “Me paré donde la República Islámica merecía estar”.
Otro tema que enfureció al régimen fue la presencia de Emanuel Macron. Durante años, el régimen iraní había pedido que “tropas extranjeras” abandonaran la región, y el exministro de Relaciones Exteriores Zarif había pedido un “diálogo regional”. Pero el presidente francés se reunió con líderes iraquíes y visitó el santuario sagrado chiíta en Al-Kadhimiya. Durante una conferencia de prensa el sábado dijo: “Independientemente de las decisiones que tomen los estadounidenses, mantendremos nuestra presencia en Irak para luchar contra el terrorismo”.
En consecuencia, Saeed Khatibzadeh, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores del régimen iraní, declaró: “después de estas declaraciones desacertadas del presidente francés, que creó la percepción de que los vecinos de Irak son el problema, lamento que esto muestre cuán lejos está Francia del realidades de Irak”.
Las réplicas de estos golpes se pudieron sentir en los medios estatales iraníes. El periódico Vatane Emrooz amenazó al primer ministro iraquí, escribiendo: “Sr. Kadhemi, ten cuidado con tu peligroso juego”. La agencia de noticias Mizan acusó a Macron de bloquear la invitación de Siria a la Cumbre de Bagdad y de que estaba tratando de ganar influencia en Irak por su petróleo.
Por otro lado, Aftabnews, afiliado al llamado “frente reformista o moderado”, publicó videos y escribió sobre cómo los errores de Amir Abdollahian al conducir su discurso en idioma árabe han provocado duras críticas entre los árabes en las redes sociales.
Keyhan, un periódico cuyas políticas editoriales están dirigidas por la oficina del líder supremo, criticó a los opositores. Refiriéndose al fracaso de Rouhani para llevar a buen término el acuerdo nuclear y su confianza en Estados Unidos, citó: “los que derramaron lágrimas de cocodrilo durante la reunión de Bagdad en los últimos días son el mismo grupo que infligió daños al país. El mismo espectro que calificó los tratados de Total y Crescent como una gran victoria y prometió que la firma del Secretario de Estado de Estados Unidos es una garantía (para Irán)”.
Dado que la nueva administración en Teherán ha anunciado que tendrá un como foco principal a la región, se esperan más maniobras y ruido de sables en el Medio Oriente. Tratar con los talibanes en la frontera oriental empujará a Teherán a influir más en las próximas elecciones en Irak para fortalecer su control sobre el vecino occidental. De si logra reemplazar a al-Kadhimi con un títere que escucha a la milicia respaldada por Irán o no, dependerá cómo sean recibidas sus políticas en Irak, la región y la comunidad internacional.