Verdugos del régimen iraní ahorcaron a al menos seis hombres en la ciudad de Orumiyeh al noroeste de Irán el jueves pasado. Los prisioneros Shahin Salehi, Haji Abbassi, Ahmad Shiri, Latif Alizadeh, Abdolaziz Fouladi y Hassan Bina fueron ejecutados en la principal prisión de la ciudad. El sábado también un prisionero fue ahorcado en público en la ciudad de Rasht.
Expertos de derechos humanos de Naciones Unidas habían condenado el aumento en las ejecuciones en Irán, la mayoría de ellos que ocurren sin ser reportadas.
Los reportes entregados en Ginebra el 8 de mayo de parte de los Relatores Especiales de Naciones Unidas (Ahmed Shaheed sobre temas de derechos humanos en Irán y Christof Heynes sobre ejecuciones extrajudiciales) condenan el drástico aumento de las ejecuciones en las últimas semanas.
En muchos casos las ejecuciones no han sido reportadas por fuentes oficiales y los nombres de los sentenciados no han sido revelados.
“Cuando el gobierno iraní se niega incluso a aceptar la cantidad de ejecuciones que han ocurrido, muestra un cruel desprecio por la dignidad humana y el derecho internacional humanitario” señaló el Sr. Shaheed.
Entre el 9 y el 26 de abril se reportaron hasta 98 ejecuciones, un promedio de 6 por día.
“Estamos preocupados por el reciente aumento en las ejecuciones, que ocurre a pesar de serios cuestionamientos sobre los estándares de los juicios” señaló Heyns.