CNRI – Cientos de miembros de la oposición iraní están en una situación casi crítica en su séptima semana de huelga de hambre para exigir la liberación de los siete rehenes capturados durante la masacre del Campo Ashraf. Disidentes en el Campo Liberty y en Londres, Berlín, Ginebra, Ottawa y Melbourne llevan a cabo esta protesta tras la atrocidad que dejó 52 personas muertas el primero de septiembre.
Muchos de estos militantes que llevan a cabo la huelga de hambre están sufriendo severas pérdidas de peso, reducción de la visión y de la escucha, anormalidades digestivas, insomnio y otras condiciones, y muchos han sido puestos bajo vigilancia médica.
En el Campo Liberty donde cientos de los residentes se encuentran en huelga de hambre, 20% han perdido más de 10 kilogramos de peso y algunos hasta 16 kilogramos.
El diario suizo Tribune de Geneve informó respecto de los huelguistas: “Están en una situación física alarmante y sufren de mareos, dolores de cabeza, problemas digestivos, dolor de huesos, visión borrosa y desordenes de sueño.”
Los disidentes han declarado que están haciendo un llamado a las Naciones Unidas y a los Estados Unidos a honrar sus compromisos de proteger a los residentes del Campo Liberty y a actuar urgentemente para liberar los siete rehenes, todos ellos protegidos como demandantes de asilo bajo la 4ta convención de Ginebra.
También realizan un llamado por una investigación independiente y transparente por parte de Naciones Unidas sobre la masacre del primero de septiembre.