El domingo 8 de mayo el líder supremo del régimen iraní Alí Jamenei reconoció en una reunión con las represivas fuerzas de seguridad el cisma interno sin precedentes al interior de su régimen, mostró su temor por el descontento social y los levantamientos populares, y pidió más medidas represivas. Describió a la “seguridad” como un tema de
“alta prioridad” y pidió completa y seria supervisión a la “mente, actos y moral de los miembros” de las fuerzas de seguridad y pidió “proveer seguridad social y moral” (televisión estatal 8 de mayo de 2016).
Refiriéndose a la lucha de poder sin precedentes en lo más alto del régimen velayat-e faqih, Jamenei señaló que la “creación de dos corrientes, dos sectas, dos polos, es uno de los golpes letales que el enemigo intenta”. Habló de la expansión de la “presencia de las fuerzas de seguridad en todo el país, y el despliegue de fuerzas de seguridad en todas las zonas residenciales y lugares de habitación, incluyendo suburbios, aéreas remotas y pequeños poblados”.
En reacción a la ola de rechazo doméstico e internacional por el despliegue de 7000 espías y fuerzas represivas llamadas “policías intangibles” para reprimir a las mujeres y los jóvenes, dijo: “en temas que se refieren a la seguridad moral, tras un plan bien fundado, lógico y correcto, no debemos dar atención a la oposición de algunas personas o el clima creado por los medios”.
Secretariado del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán
9 de mayo de 2016