CNRI – Puede que los combates en Siria hayan disminuido mientras la comunidad internacional intentan terminar la guerra, pero no nos podemos engañar, la guerra no ha terminado.
En el frente de Idlib, al sur de Aleppo, en los suburbios de Damasco y al este del Éufrates en Deir Az-Zour los combates continúan y las tropas rusas fueron atacadas recientemente en la base Khmeimim en Latakia.
Muchos embajadores han enviado de regreso sus embajadores a Damasco, pensando que la paz se acerca y que Bashar al Assad y sus amigos dictadores del régimen iraní han aplastado a la oposición. Esto ha permitido que aquellos que se llaman victoriosos –el ejército sirio y los mercenarios iraníes- ignoren la conferencia de Ginebra y piensen que las negociaciones de Sotchi les darán la victoria y permitirán que las cosas regresen a como estaban antes de 2011.
Irán ha aumentado aún más su presencia militar en Siria y sus envíos de armamento a Hezbolá, lo que insinúa que el régimen ve una oportunidad para aumentar su influencia en Siria. Este comportamiento sin embargo podría recomenzar los combates en zonas donde había disminuido.
David Satterfield, secretario adjunto de la American Bureau of Near Eastern Affairs afirmó que Estados Unidos se opone a la presencia de Irán en Siria, pero de ser esto verdad ¿por qué no han hecho nada al respecto?
Incluso sin el apoyo de Turquía (un importante aliado contra el régimen sirio que Estados Unidos perdió recientemente) EEUU tiene suficientes aliados y poder militar para sacar a Irán de Siria ya sea por medios diplomáticos o militares.
Abdulrahman al-Rashed, ex mánager general de la cadena Al-Arabiya News escribió en ese medio: “mientras la Guardia Revolucionaria y sus milicias satélites estén en Siria, veremos una nueva ronda de la guerra en este país”.
Mientras las tropas rusas siguen en Siria defendiendo a Assad en alianza con Irán, Satterfield cree que estas se retirarán pronto pues la guerra no sirve sus intereses a largo plazo
Rashed por su parte dice: “el tripartito Irán-Rusia-Siria quería un acuerdo de paz rápido en Siria para beneficiarse de la lenidad americana y de su progreso militar. Lo hubieran podido hacer pero es muy difícil ignorar el factor iraní, a quien Washington quiere confrontar”.