El lunes 18 de noviembre, en el cuarto día de los levantamientos nacionales, Teherán y muchas otras ciudades, incluidas Shiraz, Isfahan, Karaj y Kermanshah, fueron escenas de enfrentamientos y escaramuzas entre manifestantes y jóvenes rebeldes, por un lado, y la represión del régimen por el otro, incluidas las Fuerzas de Seguridad del Estado, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, el Ministerio de Inteligencia y Seguridad, unidades especiales antidisturbios y agentes vestidos de civil. En muchos casos, los manifestantes lograron hacer retroceder a los miembros del régimen.
En Isfahán, la juventud rebelde incendió varios bancos estatales, así como los seminarios del régimen. También dañaron un centro de telecomunicaciones en un barrio de la ciudad. La juventud derribó varias cámaras de seguridad del régimen.
En Khomeini Shahr (anteriormente Sedeh), jóvenes se enfrentaron a las Fuerzas de Seguridad del Estado y los manifestantes incendiaron algunos bancos. Para evitar que más personas se unan a las protestas, los mercenarios del régimen lanzaron gases lacrimógenos contra las casas de las personas.
En Teherán, los manifestantes incendiaron una motocicleta perteneciente a las fuerzas Bassij de la Guardia Revolucionaria, así como una estación de las Fuerzas de Seguridad. En Teherán Pars, la juventud rebelde volcó un microbús que pertenecía a la represora Fuerza de Seguridad del Estado y le prendió fuego. En el distrito Marlik de Eslamshahr, en el sur de Teherán, los manifestantes incendiaron 15 bancos.
En Karaj, la juventud rebelde incendió la mayoría de los bancos y los centros de robo y saqueo del régimen. También se reunieron en la carretera principal Teherán-Karaj y la bloquearon.
En Shiraz, la gente atacó la oficina del líder de la oración del viernes y representante del Líder Supremo del régimen, Ali Jamenei, y prendió fuego al edificio.
Secretariado del Consejo Nacional de Resistencia de Irán
19 de noviembre de 2019