CNRI – Muchas personas están preocupadas por la posibilidad de que, si Estados Unidos reimpone sanciones tras la fecha límite de mediados de octubre para certificar el cumplimiento del régimen iraní al acuerdo nuclear, este país pierda el apoyo de sus aliados en el mundo. Pero, como lo dice Richard Goldberg, ex asesor de seguridad nacional del Senador Mark Kirk: ¿quién se pondría del lado de Irán frente a Estados Unidos?
Goldberg escribió en una editorial para Foreign Policy: “por más que griten durante el proceso, ninguna empresa europea o asiática elegirá a un régimen terrorista antes que acceder al dólar estadounidense”. Allí insiste que no es la primera vez que se da este debate: en el 2011 varios senadores (incluyendo a Kirk y a Menendez, como parte de un compromiso bipartidista) interpusieron una enmienda a la Ley de Autorización de Defensa Nacional para imponer sanciones contra el Banco Central de Irán.
A los senadores se les dijo que los aliados estadounidenses no cumplirían con el acuerdo, “que el régimen de sanciones se desarmaría, que habría ira y resistencias globales, y que se dispararían los precios del gas”. Los senadores no dieron su brazo a torcer y la enmienda pasó con un voto de 100-0.
Mientras muchos aliados estadounidenses hicieron lobby contra la ley, todos la cumplieron una vez entró en vigor y no hay ninguna razón para pensar que esta vez no sería igual.
Goldberg escribe: “esta no fue la primera vez que asesores económicos, empresas estadounidenses y aliados europeos y asiáticos se han opuesto a una medida unilateral del congreso para imponer sanciones, y no fue la última tampoco. Pero en cada caso la historia probó que estaban equivocados”.
Ciertamente la aprobación de las leyes “SWIFT, Reducción de la amenaza iraní” y la ley de “anti-proliferación y libertad para Irán” puso en una lista negra a partes enteras de la economía iraní recortado su capacidad para financiar actividades terroristas y los aliados estadounidenses las han cumplido a rajatabla.
Dice Goldberg: “hoy vemos los mismos viejos opositores a las sanciones duras contra Irán que vienen a advertirle al presidente Donald Trump sobre los peligros de reimponer un embargo financiero global contra Irán”.
Pero hay más que suficientes razones:
· Su negativa a permitir inspecciones a instalaciones militares
· Las continuas pruebas de misiles balísticos avanzados
· La expansión de sus ejércitos satélites terroristas en Siria y Líbano
· La captura de rehenes estadounidenses
Goldber prosigue: “sus argumentos son tan vacíos hoy como ayer. Las empresas europeas y asiáticas se opondrán a la reimposición de sanciones contra Irán sólo hasta el momento en que sean puestas en vigor. Y sus abogados les obligarán a cumplirlas pues deberán elegir entre continuar su acceso al sistema financiero americano de 19 billones de dólares contra el de 400 mil millones de Irán”.
El autor señala que casi nadie cree aún que Irán cumple con el acuerdo o que incluso este interesa a los Estados Unidos; simplemente tienen miedo de no tener escapatoria.
Goldberg termina: “la historia muestra cuán equivocados están. Trump debería descertificar el cumplimiento de Irán al acuerdo nuclear y poner una Espada de Damócles de sanciones encima de la cabeza de la economía iraní: o cambias tu comportamiento o arriesgas un colapso económico total antes de logar tu arma nuclear”.