CNRI – El régimen de los mulás ahorcó al menos a nueve personas en prisiones del país. Al menos cinco prisioneros fueron ahorcados en la famosa prisión Gohardasht (Rajai-Shahr) en Karaj, al noroeste de la capital Teherán. Fueron identificados como Maqsoud Mehdizadeh, Sadeq Heidari, Mehdi Sadeqi, Amirhamid Khodabandeh-lou y Mahmoud Nasir-nejad.
Otros tres prisioneros fueron colgados en Nazarabad, provincia de Alborz. Habían sido imputados por cargos relacionados a estupefacientes. Al menos un prisionero más fue ahorcado en una prisión en Hamedan al oeste de Irán, aunque reportes indican que pudieron ser más los ejecutados.
La situación de derechos humanos se ha venido deteriorando rápidamente en Irán. Más de 2.000 individuos han sido ejecutados bajo la presidencia de Hasán Rouhani. Es la tasa más alta de ejecuciones para los últimos 25 años y refleja un aumento en las cifras que ya habían posicionado al país como primer nación en ejecuciones por hanitante.
El 17 de diciembre del 2014 la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución condenando firmemente la sistemática y brutal violación a los derechos humanos en Irán, en particular las ejecuciones masivas y arbitrarias, la creciente violencia y discriminación contra las mujeres y contra las minorías étnicas y religiosas.
Tras la adopción de la 62va resolución de la ONU condenando los abusos contra los derechos humanos en Irán, la presidenta electa de la Resistencia Iraní Maryam Rajavi pidió al Consejo de Seguridad de la ONU llevar ante un tribunal y juzgar a los líderes del régimen clerical por crímenes contra la humanidad. Señaló que es un paso necesario para respetar el voto de la comunidad internacional que condenó las violaciones sistemáticas y flagrantes contra los derechos humanos en Irán.