La Comisión de Investigación para Siria de la ONU dijo el lunes que el dictador sirio Bashar al-Assad comete crímenes contra los convictos de sus cárceles incluyendo exterminación, asesinato, violación, tortura, desaparición forzada y otros actos inhumanos.
El cuerpo investigador, que ha documentado las violaciones a los derechos humanos en el conflicto sirio desde finales del 2011, pidió al Consejo de Seguridad de la ONU imponer sanciones a mandos civiles y militares del régimen de Assad responsables o cómplices de muertes, torturas y desapariciones en custodia.
Los investigadores recopilaron evidencia basados en entrevistas con cientos de personas que lograron sobrevivir periodos de detención, y con ex guardias de prisiones así como familiares de víctimas.
La información ha sido publicada en un reporte titulado “fuera de la vista, fuera de quicio: muertes en detención en la República Árabe Siria”.
Paulo Sergio Pinheiro, presidente de la comisión de Naciones Unidas dijo en conferencia de prensa: “directores de prisiones, sus superiores en la jerarquía, altos mandos militares en hospitales y los cuerpos de policía militar así como el gobierno, sabían que ocurrían muertes a escala masiva. Por tanto concluimos que es razonable creer que la conducta descrita corresponde a una exterminación como crimen contra la humanidad”.
Pinheiro afirmó que casi la totalidad de los detenidos ha sufrido abusos inimaginables, como golpizas durante interrogatorios, o dejarles morir de sus heridas tras cruentas torturas.
El reporte, que cubre detenciones entre el 10 de marzo del 2011 y el 30 de noviembre del 2015, junta evidencia basada en entrevistas a 621 personas que lograron sobrevivir un periodo de detención, a ex empleados de prisiones, familiares de prisioneros muertos, o testigos.
En semanas recientes el régimen iraní, principal apoyo de Assad, ha aumentado considerablemente el despacho criminal de fuerzas a Siria, llevando a decenas de cientos de Guardias Revolucionarios y mercenarios no iraníes a alrededores de Aleppo para asesinar cruelmente la empobrecida población de los pueblos y poblados de la región, junto a los constantes bombardeos a civiles. Recientemente docenas de comandantes y cientos de mercenarios han muerto en el frente de Aleppo.
Incapaces de movilizar y despachar las tropas necesarias de Irán hacia el conflicto y temerosos de perdidas muy numerosas en sus filas, el régimen ha acudido a movilizar fuerzas mercenarias usando diversas tácticas incluyendo amenazarles con ejecutarlos.
En años recientes, se han reclutado particularmente refugiados afganos para este propósito. El régimen iraní ha amenazado a los refugiados con ser deportados, encarcelados o incluso ejecutados (todas estas amenazas serias violaciones a los derechos humanos) con el objetivo de enviarles a Siria.
De acuerdo a las fuentes del principal grupo de oposición iraní la Organización de Muyaidines del Pueblo de Irán (OMPI/MEK) al interior del CGRI, el envío de afganos a Siria se ha triplicado durante el 2015, de alrededor de 2.500 hasta casi 7.000