CNRI – El régimen de los mulás ha intensificado una serie de ejecuciones masivas en los últimos días ahorcando al menos a 18 personas en tan solo el jueves pasado.
El jueves 25 de agosto siete prisioneros, incluida una mujer, fueron ejecutados en masa en la prisión central de Yazd en el centro de Irán.
La agencia estatal de noticias Rokna afirmó que cinco de las víctimas fueron sentenciadas por cargos relacionados con drogas.
En otro hecho el mismo día el régimen ejecutó en masa a 11 prisioneros en la prisión central de Zahedán al sureste del país. Una de las víctimas fue identificada como Hamzeh Rigi.
El sábado 27 de agosto y a pesar de llamados internacionales para detener las ejecuciones, 12 prisioneros fueron ahorcados en la prisión central de Karaj. Estos internos habían sido transferidos a confinamiento solitario el 24 de agosto para preparar la implementación de la pena capital.
Comentando la reciente intensificación de las ejecuciones en masa en Irán el lunes pasado Shahin Gobadi del Comité de Asuntos Exteriores del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (CNRI) afirmó: “mientras el régimen se sumerge aun más en un aislamiento doméstico y regional, este acudo a más ejecuciones masivas y represión, pero la realidad es que el régimen está en un impase estratégico total y estas medidas bárbaras solo indican su plena desesperación”.
La Resistencia Iraní ha llamado a todas las organizaciones internacionales de derechos humanos a tomar medidas urgentes para detener la brutal pena de muerte en Irán bajo el mandato de los mulás.