CNRI – Según el diario saudí Okaz el 4 de enero “Rusia se compromete a expulsar todas las milicias de Siria y a acallar a los obstinados”.
El régimen iraní se encuentra ahora al borde de un precipicio en Siria. Antes de la firma del acuerdo entre la oposición siria y Rusia, con el auspicio de Turquía, los rusos enviaron un grupo armado de chechenos sunitas a Alepo para monitorear la seguridad en la ciudad, y sacando de allí a las milicias iraquíes, iraníes y de Hezbolá que se encontraban previamente a cargo. En una movida orientada al régimen iraní, Rusia amenazó atacar cualquier milicia que desafíe la orden de dejar Alepo.
Información creible recibida por Okaz muestra que Turquía y Rusia se han puesto de acuerdo en la retirada de todas las milicias de Siria, incluidas las del régimen iraní.
“Si la conferencia en Astana es exitosa, Rusia utilizará su fuerza militar para expulsar las milicias de Siria para asegurar un acuerdo de paz entre fuerzas sirias. Tras enterarse de la posición del acuerdo Turquía-Rusia, el régimen iraní lanzo una salvaje campaña de propaganda contra el presidente turco Erdogan, y junto al régimen sirio hizo declaraciones destructivas sobre la reunión de Astana asumiendo que este sería el punto para limpiar de Siria las milicias apoyadas por el régimen iraní” agregó Okaz.
En coordinación con el régimen iraní, el régimen de Assad también intentó romper la tregua para llevar la situación de nuevo al punto de partida justificando así la presencia de las milicias del régimen de Teherán y sus aliados en los suburbios de Damasco. El mensaje de Rusia al régimen de los mulás y sus aliados fue sin embargo bastante claro: Rusa pretende lidiar sola con el tema sirio, tanto militarmente como políticamente.