Maryam Rajavi: El impacto del paso atrás en el programa nuclear se refleja en los problemas del balance interno de la teocracia en el poder
El régimen en su totalidad es el perdedor de las elecciones: mientras se agravan las crisis internas y la ira de la población aumenta, los mulás se acercan a su caída.
CNRI – Tras la farsa de predicar una “sentida y práctica devoción” al principio del velayat-e faqih (dominio absoluto del clero), y sólo poder elegir entre las corruptas facciones del régimen -privando al pueblo iraní de su soberanía-, ahora el régimen clerical emitió una ridícula y astronómica cifra de participación del 60% de los votantes registrados (33 millones según cifras oficiales).
El régimen emite esta cifra a pesar de que fuentes imparciales y testigos en cientos de locales de voto reportaron y confirmaron escaso público y la apatía y boicot de la mayoría de iraníes, especialmente los jóvenes, sin mencionar las farsas montadas para la televisión en Teherán y otras grandes ciudades para dar la impresión de una alta afluencia.
Antes los líderes del régimen, citando falsas encuestas, anunciaban una participación de entre 65 y 75 porciento. La maquinaria de fraude y falsedades se armó para anunciar este resultado falso.
Un día antes de la elección el Ministro del Interior del régimen señaló: “estimamos una participación del 70%”. Pero hasta ahora el régimen ha anunciado una cifra nacional del 60% y del 45% en Teherán, conocida por tener el más alto número de votantes elegibles. Una de las tramas del régimen es exagerar el número de votos varias veces en un lugar llamado “el salón de recolección de votos”. Antiguos oficiales del régimen habían expuesto en detalle previamente esta práctica.
Además del amplio espectro de amenazas, intimidaciones e incentivos a sectores vulnerables de la sociedad para invitarlos a votar. Se emitieron amenazas en niveles administrativos, militares y laborales, como detalla el comunicado número 4 del CNRI. Se amenazó a los trabajadores con “serias consecuencias” si no votaban, se compraron votos y certificados de nacimiento, votaron muertos, votaron varias personas múltiples veces y transfirieron funcionarios del régimen de un pueblo a otro para volver a votar.
La presidenta electa de la Resistencia Iraní Maryam Rajavi dijo a este respecto: “al mirar a lista de candidatos presentados por las diversas facciones del régimen no queda duda de que la elección era entre diferentes facciones responsables de la represión, de ejecuciones, de exportar el terrorismo y el belicismo y de robar la riqueza del pueblo de Irán”.
Por ejemplo, agregó, la lista de candidatos a la Asamblea de Expertos apoyada por Hasán Rouhani y Akbar Hashemi Rafsanjani incluyó al actual Ministro de Inteligencia, a sus dos predecesores, a Ali Razini el criminal jefe del Sistema judicial y juez Sharía, cuando todos ellos deberían enfrentar a la justicia por cometer crímenes contra la humanidad.
La Sra. Rajavi agregó: “contrario a las expectativas de algunos en Occidente tras la firma del acuerdo nuclear, de que los mulás empezarían un camino de moderación y reforma, el Líder Supremo del régimen Ali Khamenei acude a la purga de sus rivales con el objetivo de frenar la inevitable caída de la teocracia y para enfocar aún más los recursos del régimen en la guerra en Siria y la ocupación en Irak. Sin embargo, las implicaciones de dar un paso atrás en los proyectos nucleares del régimen fueron expresas en las elecciones y ahora han afectado el balance interno del régimen. El momentum ganado por Rafsanjani y Rouhani ha debilitado y puesto en tela de juicio la hegemonía de Khamenei.
El resultado de la elección no llevará ningún cambio real a la vida política y económica del pueblo iraní y no tendrán ganadores netos al interior del régimen clerical. El verdadero perdedor es la teocracia en s totalidad. En vista de las crisis carcomiendo las cimas de la élite gobernante y considerando los siempre crecientes odio y rabia del pueblo iraní, el régimen ha dado un paso cualitativo hacia su derrocamiento, enfatizó la Sra. Rajavi.
Secretariado del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán
28 de febrero de 2016