El último reporte sobre la pena capital de la organización Amnistía Internacional indica que en el 2014 se registraron un total de 607 ejecuciones, una reducción de casi 22% con respecto al año pasado.
Las ejecuciones reportadas en Irán fueron mayores a los de cualquier otro país del mundo.
En Irán las autoridades anunciaron oficialmente 289 ejecuciones pero cientos más se llevaron a cabo sin conocimiento oficial, asegura el reporte de Amnistía.
Los métodos de ejecución empleados alrededor del mundo incluyen decapitación, ahorcamiento, inyecciones letales y fusilamientos.
Irán está entre los países señalados por Amnistía Internacional como aquellos que usan la pena capital “como herramienta para reprimir la disidencia política”.
Al menos 2.466 personas en 55 países fueron sentenciados a muerte en el 2014, de acuerdo a este reporte sobre la pena capital.
Esto representa un aumento del 28% comparado al 2013, donde se promulgaron 1.925 sentencias a muerte en 57 países.
Se cree que, a fines de 2014, al menos 19.094 personas han recibido esta condena y esperan ejecución.
El Sr. Ahmed Shaheed, Relator Especial de Naciones Unidas para la situación de derechos humanos en Irán reportó el 25 de marzo que alrededor de 1000 ejecuciones se han llevado a cabo durante los últimos 15 meses en Irán. Anterior a ello, el 16 de marzo, dijo a un informativo en Ginebra: “hay mucha preocupación en la sociedad iraní de que el tema nuclear esté opacando la discusión de derechos humanos”.
El investigador especial de Naciones Unidas agregó que la situación de derechos humanos y de represión en Irán se ha empeorado desde que Hassan Rouhani se posesionó como presidente.