El 21 de Noviembre la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) llamó a realizar una investigación sobre el ataque del primero de septiembre del 2013 al Campo Ashraf por parte de fuerzas iraquíes en el cual fueron ejecutados 52 miembros de la oposición iraní, la Organización de Mojahedines del Pueblo de Irán.
APCE es la asamblea parlamentaria internacional más antigua, en donde convergen 642 parlamentarios elegidos democráticamente de 47 países europeos, y está establecida con base en un tratado intergubernamental. La asamblea se concentra en eventos internacionales y europeos y examina asuntos de actualidad que resulten de interés a las poblaciones de los países europeos. Los principales temas cubiertos son: derechos humanos, democracia, protección a las minorías y Estado de Derecho.
A continuación el texto de la declaración de la APCE:
“El primero de septiembre de 2013, hombres armados irrumpieron en el Campo Ashraf de Irak, el cual ha sido durante muchos años hogar de disidentes políticos iraníes exiliados de su país. Al menos 52 residentes fueron asesinados. Hay evidencia creíble, incluyendo fotografías y videos, de que a muchos de los 52 les dispararon en la cabeza, a algunos mientras se encontraban maniatados.
El gobierno iraquí negó tener responsabilidad en el ataque pero prometió investigar los asesinatos. Hasta la fecha, no se ha hecho público ningún resultado de tal investigación.
Estamos consternados con el hecho de que, casi 12 semanas después de este mortal ataque, los perpetradores de este crimen atroz todavía no son llevados ante la justicia. Una investigación internacional independiente debe ser llevada a cabo tan pronto como sea posible.
Durante el mismo ataque, siete disidentes iraníes, seis mujeres y un hombre, todos pertenecientes al grupo de oposición iraní Organización de Mojahedines del Pueblo de Irán, fueron secuestrados del Campo Ashraf.
Hay indicios de que estas siete personas son retenidas por fuerzas de seguridad iraquíes en un centro de detención secreto en Bagdad. Se encuentran bajo riesgo de ser torturados y de ser víctimas de otros vejámenes y de ser reenviados por la fuerza a Irán.
Urgimos a las autoridades iraquíes a liberar estos siete iraníes, a menos que sean debidamente imputados de una ofensa criminal reconocible internacionalmente, para así asegurarse de que están siendo protegidos de tortura y otros vejámenes, y que no sean reenviados forzosamente a Irán, donde sus vidas corren peligro.
Llamamos a la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) a que provea protección a los residentes del Campo Liberty, en concordancia con su mandato.”