En los últimos días los funcionarios del régimen iraní hablan de un “milagro económico” o “avance”. Mientras tanto la gente lucha contra la pobreza, y los medios estatales reconocen el colapso económico de Irán.
Abdolnasser Hemati, jefe del Banco Central de Irán, afirmó que el régimen “no ha permitido que los que imponen las sanciones alcancen su objetivo final, que era el colapso económico del país”.
Mientras tanto, la tasa de inflación, la liquidez, el índice de pobreza y el tipo de cambio del dólar del Irán están aumentando, y el mercado de divisas del país sigue disminuyendo.
Los comentarios de Hemati muestran que los mulás están esperando el colapso económico de Irán, ¿o lo están ocultando?
En una entrevista con el diario estatal Arman-e Meli, Heydar Hossaini, uno de los economistas del régimen, el 3 de octubre, se burló de los recientes comentarios de Hemati. “Cuando el tipo de cambio del dólar alcanza los 300.000 riales, y las monedas de oro equivalen a 150.000.000; y cuando el sustento de la gente es extremadamente bajo o no existe, ¿qué significa esta [prevención del] colapso económico? ¿Qué más debe suceder para decir que ha habido un colapso económico? Es bueno que el jefe del Banco Central y otros funcionarios se esfuercen y definan nuevos términos para que puedan ser utilizados en la literatura económica. Desde el punto de vista de los funcionarios económicos, ¿cuál es el significado de recesión económica, colapso económico y crisis económica?”
De manera similar, el presidente del régimen, Hasán Rouhani, habló recientemente de un “milagro económico”, e incluso comparó la economía de Irán con la de Alemania, afirmando que la economía de los mulás es “mejor” que la de Alemania.
A este respecto, el diario estatal asiático del lunes escribió: “Dadas las estadísticas y las realidades de la economía de nuestro país, esta pregunta debería hacerse [a Rouhani]: ¿Qué milagro económico hemos logrado?”
“Cuando Rouhani llegó a la presidencia, el tipo de cambio del dólar era de 30.000 riales, pero ahora es de 300.000 riales. Este aumento del tipo de cambio muestra que no sólo la situación económica de Irán está en crisis, sino que la moneda del país, el ‘rial’, ha perdido su valor. Según las estadísticas oficiales, la subida del producto interno bruto (PIB) de Irán se estima en un 3,5% con la exportación de petróleo y sin la exportación de petróleo el PIB habría sido negativo en un 1,7%. El Banco Central, sin embargo, anunció que estos índices son negativos 2,8 por ciento y negativos 0,6 por ciento, respectivamente”, dice el artículo.
Mientras desacredita las afirmaciones de los mulás de culpar al brote de coronavirus como la razón de la recesión económica de Irán, el artículo continúa: “La economía de Irán estaba luchando con una enorme recesión. Por lo tanto, ningún florecimiento económico siguió a este brote que podríamos concluir que fue una caída libre económica”. En otras palabras, este medio de comunicación estatal reconoce que la economía del régimen ya se había derrumbado.
Mientras tanto, la empresa estatal Eghtesad-e Saramad informó el martes de la “caída libre” de la bolsa de valores de Irán. “Ayer, la bolsa de valores negoció con la caída de los índices, de modo que el principal indicador de la bolsa terminó con una caída de más de 32.000 unidades y las acciones del tercer día de negociación de la semana actual alcanzaron 1.490.154 unidades. Los detalles de las transacciones bursátiles basados en las estadísticas registradas muestran que todos los índices comerciales de la bolsa cayeron ayer, registrando un descenso medio del 1,61 por ciento”.
Radio Francia Internacional, en su edición persa, publicó el 2 de octubre una entrevista con Freydoon Khavand, un economista cercano al régimen.
Este artículo cita el reciente informe de “COFACE”, una compañía francesa de seguros globales. En su último informe, COFACE, que es una de las empresas mundiales más reputadas en el ámbito del seguro de crédito y de la previsión de “riesgos”, califica a Irán como el primer país del mundo en cuanto a fragilidad política y social y a la posibilidad de que se produzcan disturbios sociales.
“La actualización anual del Índice de Riesgo Político de Coface, publicada en este barómetro, pone de manifiesto una doble tendencia: por un lado, una disminución del riesgo de conflicto a nivel mundial, pero por otro, un aumento del riesgo de fragilidad política y social. Irán y Turquía se encuentran entre los países cuyo nivel de riesgo social aumentó más. Irán reforzó su posición en la parte superior de este indicador”, se lee en el informe.
Al referirse a este informe, RFI citó a Khavand diciendo: “Una evaluación de la situación actual muestra que la situación económica del país es completamente crítica y está al borde del colapso. El poder adquisitivo de la gente ha caído dramáticamente. La inflación desenfrenada, la pobreza y el desempleo, la inestabilidad económica, la falta de seguridad económica combinada con la reticencia de los inversores nacionales a gastar en la producción, la falta de interacción constructiva con el mundo exterior, son algunos de los factores que han hecho que la economía del país se encuentre indefensa en la situación actual”.
El colapso económico de Irán: La pobreza de la gente y la reacción del regimen
Mientras la gente está luchando contra la pobreza y la crisis de COVID-19, en lugar de distribuir máscaras entre la gente, los mulás han puesto una multa a los que no llevan máscaras. A este respecto, la empresa estatal Jahan-e Sanat escribió el martes: “Los países que tuvieron éxito en este sentido primero reforzaron la infraestructura sanitaria entre la población y luego impusieron multas a los que violaron los protocolos de salud. En la actualidad, el salario de un trabajador es de 2.800.0000 riales, considerando que el umbral de pobreza es de 100.000.000 riales. La mitad de la gente vive en la pobreza absoluta. Una familia de cuatro miembros en Teherán no puede permitirse comprar una máscara desechable cada día. Para promulgar tales leyes, el gobierno y el Ministerio de Salud deben considerar primero algunas máscaras para los pobres y luego imponer multas.