Las luchas internas del régimen iraní sobre los proyectos de ley relacionados con el Grupo de Acción Financiera (GAFI) ya se habían elevado a niveles peligrosos antes de que el Departamento de Estado de los Estados Unidos colocara al Cuerpo de Guardias Revolucionarios Islámicos en sus listas de Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO). Ahora, las disputas han alcanzado un nivel mucho más grave y la aprobación de estos proyectos de ley representa una decisión que tendrá un impacto en la actual estructura de poder de Irán y sus relaciones internacionales.
Desde hace meses, los dos proyectos de ley que aún deben ser aprobados, para que Irán pueda unirse al GAFI y recibir todos los beneficios económicos que trae consigo, han estado yendo y viniendo entre el Parlamento, el Consejo de Guardianes y el Consejo de Discernimiento. Pero el Régimen parece atrapado en una encrucijada sin saber qué camino tomar.
El sitio web estatal “Etemad” escribió que la saga se había convertido en tal “odisea sinuosa” cargada de “controversias políticas y diversas interpretaciones” que el propio GAFI se ha olvidado.
Amir-Hossein Ghazizadeh Hashemi, miembro de la junta administrativa del Parlamento, atacó a los defensores del GAFI.
Dijo: “Hoy, las voces pro-occidentales que buscaron los cuatro proyectos de ley aprobados y que se unieron a las convenciones de Palermo y CFT deben haberse dado cuenta de que los opositores de estos proyectos de ley han sido realistas y han comprendido bien la verdadera naturaleza de la comunidad internacional. Pero los pro-occidentales, a través de la ilusión y el optimismo, casi han puesto al país en la trampa de Occidente”.
Mientras tanto, a Laya Joneydi, la diputada de asuntos legales del presidente del régimen iraní, Hasán Rouhani, también le preocupa que el tema se haya polarizado y que las opiniones sobre este proyecto se hayan visto afectadas por las divisiones de las facciones.
Ella dijo: “Todos, incluidos los medios de comunicación, el gobierno, el Majlis y el Consejo de Conveniencia deberían ayudar a mantener la discusión sobre el GAFI de manera profesional y no política. Si hacen que la discusión sea demasiado política, puede ser que el estado de ánimo y las noticias afecten el tema, lo que resultará en una decisión negativa”.
Cuando se le preguntó sobre el impacto que la designación de la Guardia Revolucionaria tendrá en la toma de decisiones sobre el GAFI, dijo que no cambiaría la política del gobierno, que es aprobar los proyectos de ley.
Sin embargo, el ex embajador de Irán en Italia, Abolfazl Zohrehvand, rechazó la idea de que no hay conexión entre el GAFI y la designación de la Guardia.
Él dijo: “Estos dos temas están muy relacionados. Si caemos en la trampa de los proyectos de ley contra el financiamiento del terrorismo (CFT), el GAFI y Palermo, los Estados Unidos tendrán fundamentos legales para pedir a otros países que cooperen con ella”.
Luego comenzó a atacar al llamado gabinete moderado de Rouhani, llamándolos “representantes de Occidente”. Esto es simplemente falso. Como sabemos, no hay moderados en el Régimen y todos trabajan para el Líder Supremo.