Shahriar Kia
El gobierno de Trump continúa con su intención de presionar a Irán. El presidente de los Estados Unidos anunció el año pasado que su país abandonaría el acuerdo nuclear de 2015 y dio una larga lista de razones. Esta incluyó la intervención de Irán en la región, sus continuas pruebas de misiles balísticos, su apoyo a los grupos y actividades terroristas y su desprecio por los derechos humanos.
El secretario de Estado Mike Pompeo también proporcionó a Irán una larga lista. Esta vez fue una larga lista de condiciones que el régimen tenía que cumplir antes de que Estados Unidos siquiera considerara negociar con Irán. Pompeo ahora está liderando los llamamientos para que Irak tome medidas con respecto a Irán. Visitará Kuwait y el Líbano para hablar con sus altos mandos sobre cómo se puede contener a Irán.
El Secretario de Estado de los Estados Unidos quisiera designar al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica como una organización terrorista. Sin embargo, este es un movimiento arriesgado porque este cuerpo es la organización militar de Irán y los EEUU nunca han designado a ningún ejército gubernamental antes como terrorista. Además, existe el riesgo de que otros gobiernos puedan retaliarse ante esta medida.
Aparte de este movimiento que puede o no materializarse, también parece que Estados Unidos buscará designar a otros grupos o al menos imponer restricciones de viaje y sanciones económicas. Pompeo dijo a principios de esta semana que esta es un camino que explorará con los líderes que verá en sus próximas visitas.
Estos grupos incluirán milicias en Irak que fueron entrenadas por la Guardia Revolucionaria de Irán pero que funcionarán con la aprobación del gobierno iraquí. Algunos son parte de la organización paraguas “Fuerzas de Movilización Popular” que se compone de docenas de grupos paramilitares que han participado en la lucha contra el Estado Islámico (ISIS). Muchos reciben fondos del gobierno iraquí.
Pompeo ya ha pedido a los líderes de Irak que dejen de comprar gas natural iraní. Sin embargo, los líderes en Irak dejaron en claro que se oponen a las sanciones de los Estados Unidos implementadas después de que Estados Unidos abandonó el acuerdo nuclear de 2015. Las tensiones entre Estados Unidos e Irak han empeorado en los últimos meses, pero Estados Unidos ha dejado muy claro que quiere que Irán sea expulsado de Irak antes de que la situación en el Medio Oriente empeore.
Los Estados Unidos mantuvieron a 400 tropas estadounidenses en Siria luego de la reacción violenta cuando Trump anunció en diciembre que todas las tropas serían retiradas. Sin embargo, los que permanecen en Irak se enfrentan a la renuencia del país a permitir que las tropas de su país se muevan u operen.
Pase lo que pase, es imperativo que Estados Unidos siga tomando medidas contra el régimen iraní. Su beligerancia es un obstáculo importante para la paz y la seguridad en el Medio Oriente y sus ataques terroristas se están intensificando aún más, especialmente en Europa.
Solo el año pasado, una serie de ataques terroristas fueron frustrados por las agencias de inteligencia europeas. Una de las tramas fue en contra de la reunión de Irán Libre que tuvo lugar en junio en París. Si no hubiera sido frustrado, podría haber sido un gran ataque que resultó en un gran número de víctimas y muertes.
Esta escalada muestra que el régimen iraní se está desesperando ya que está preparado para perpetrar ataques en Europa. Sin embargo, la respuesta de la UE a estos intentos ha sido tristemente inadecuada. Al igual que los EEUU, La UE debería dejar muy claro al régimen que será responsabilizado por sus acciones.