CNRI – El 14 de febrero del 2014 marca el 25avo aniversario de la fatwa de Khomenei llamando a los musulmanes alrededor del mundo a ejecutar a cualquier persona involucrada en la publicación de una novela del autor británico Salman Rushdie en 1988.
Rushdie pasó a la clandestinidad. El traductor al japonés de su novela, Hitoshi Igarashi, fue asesinado por traducirla.
Hassan Rouhani, el presidente del régimen iraní reafirmó la fatwa para asesinar al autor británico en repetidas ocasiones. Sancionó y promulgó llamados para asesinar a Salman Rushdie incluso hasta en 2009.
Rouhani comentó respecto a la fatwa de Khomeini en el 2009: “Decimos que este es el deber de los musulmanes. Este deber está dado por Dios, y no es solo la visión de Irán sino de todos los académicos musulmanes, quienes han afirmado también esta fatwa… sus supervisores son todos los musulmanes, cuyo deber es llevar a cabo la orden si está en su poder. Nosotros como gobierno de Irán no hemos enviado tropas a invadir una ciudad, o a arrestar o asesinar una persona”.
Sus puntos de vista fueron publicados en el Volumen 3 del Andishahha-ye Siyasi-e Islam publicado en persa en Teherán en el 2009.
De acuerdo a la visión del mundo de Rouhani, el asunto no se limita a Salman Rushdie, pues según argumenta en su ensayo: “Incluso si Salman Rushdie es asesinado, la pelea no terminará sino que comenzará desde otro punto. Así que no es cuestión de si tenemos libertad de partidos políticos, o derechos humanos como ellos (occidente) lo definen. La guerra es una guerra entre dos culturas…”