En la mañana del miércoles 13 de abril y en paralelko a la visita del Primer Ministro italiano, así como en vísperas de la llegada de la Alta Representante de la Unión Europea a Teherán, el régimen inhumano clerical ahorcó en grupo a ocho prisioneros en la prisión Gohardasht (Rajai Shahr) de Karaj. Contando una ejecución en la prisión central de Tabriz el 11 de abril y cinco otras el 9 de abril, las ejecuciones en los últimos cinco días llegan a 14. Más aún, en una prisión de Isfahan cinco prisioneros fueron transferidos a confinamiento solitario el 11 de abril como preparación para su ahorcamiento.
La creciente tasa de ejecuciones apunta a intensificar el clima de terror ante las crecientes protestas de diversas capas de la sociedad, particularmente en tiempos de visitas de altos mandos europeos, lo que muestra que la fachada de moderación es apenas una ilusión para este régimen medieval. En su declaración final los ministros de asuntos exteriores del G7 reunidos en Hiroshima pidieron al régimen iraní cumplir sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos y a terminar las ejecuciones arbitrarias llevadas a cabo en violación a estas obligaciones.
Aunque celebra la posición del G7, la Resistencia Iraní enfatiza que solamente emitir estos comunicados es inadecuado. El comercio y las relaciones con el fascismo religioso que gobierna Irán con el costo de ignorar el trágico estado de la situación de derechos humanos al interior del país solo servirán para intensificar la represión y en particular las ejecuciones. Las relaciones con este régimen deben estar condicionadas a una detención de las ejecuciones.
Secretariado del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán
13 de abril de 2016