El inhumano régimen de los mulás transfirió a 11 prisioneros de la prisión de Gohardasht a confinamiento solitario en el Día Internacional de los Derechos Humanos y en el amanecer del domingo 11 de diciembre ahorcó a 10 de ellos.
Al menos 52 prisioneros fueron ejecutados en Irán durante el mes de noviembre. Entre ellos, Shaban Ranjbar, tras 20 años de cárcel en la prisión central de Rasht y Gholam Hossein Beigi después de 18 años en Khomein, fueron ahorcados el 23 y 26 de noviembre respectivamente.
Kazem Gharib Abadi, subdirector de la supuesta “unidad de derechos humanos” del régimen declaró apoyando los bárbaros castigos: “en algunos temas los occidentales quieren imponernos sus visiones. Por ejemplo no aceptan las ejecuciones de traficantes y dicen que como ellos no tienen ejecución nadie la debería tener. ¿Es nuestra situación de derechos humanos peor que otros países sobre los que ponen menos presión? Nuestra posición sobre el Relator Especial para Irán es rechazar al Relator”(agencia de noticias estatal Mehr, 11 de diciembre).
El silencio de la comunidad internacional sobre las ejecuciones masivas y arbitrarias e ignorar la catastrófica situación de derechos humanos en Irán ha alentado al fascismo religioso que gobierna Irán para continuar sus crímenes. Cualquier trato con este régimen ilegítimo debe tener como condición una moratoria a las ejecuciones.
Secretariado del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán
11 de diciembre de 2016