Mohammad Sadat Khansari
Un gran número de funcionarios del régimen iraní han estado tratando frenéticamente de negar y contradecir la confesión de un ex diplomático del régimen iraní de que Europa tiene pruebas innegables sobre las actividades terroristas del régimen en este continente.
Ali Majedi, ex embajador de Teherán en Alemania, reconoció esto la semana pasada durante una entrevista con la agencia estatal de noticias ISNA.
Majedi dijo: “Los europeos han presentado evidencia que no podemos negar. Tienen testigos. Hay algunos que piensan que sirven los intereses de su país a través de actos arbitrarios”.
Su confesión se produjo días después de que la UE impusiera nuevas sanciones al Ministerio de Inteligencia y Seguridad (MOIS) de Irán y a dos de sus miembros por planear ataques terroristas en Europa.
Uno de los sancionados es el diplomático iraní destinado a Viena Assadollah Assadi, quien participó en el plan terrorista para plantar una bomba en la reunión anual de Irán Libre en París, a la que asistieron 100.000 personas. Contrató a los terroristas y les suministró los explosivos. Fue arrestado en Alemania y extraditado a Bélgica para ser juzgado.
Los funcionarios del régimen iraní han intentado durante mucho tiempo negar su participación en el terrorismo, incluso rechazando las sanciones como resultado de la presión política de la Resistencia iraní, pero la confesión de Majedi ha dejado al descubierto la verdad y se ha convertido en fuente de disputas entre los funcionarios del régimen iraní.
El Ministerio de Relaciones Exteriores iraní se vio obligado a emitir una declaración que justificaba los comentarios de Majedi, culpaba a otros por malinterpretarlos y promovía la mentira de que la Resistencia iraní era responsable de las actividades terroristas.
La declaración decía: “Está claro que [Majedi] no ha hecho referencia a ningún caso específico y estaba hablando de una preocupación general acerca de ciertas posibilidades. Como [Majedi] ha destacado, estos ataques probablemente fueron conducidos por grupos de la oposición de manera tal que serán atribuidos a Irán. Se recomienda a los medios de comunicación extranjeros y a las personas con malas intenciones que no hagan malas interpretaciones de esa entrevista y que no atribuyan sus deseos a los demás”.
Por supuesto, el resto del mundo entiende claramente que Europa ni siquiera acusaría a un país de cometer actos terroristas (y mucho menos los sancionaría, o expulsaría a sus diplomáticos) si no tuviese pruebas.
Otros funcionarios del régimen, particularmente los de la facción del Líder Supremo Ali Jamenei, han expresado públicamente su indignación. El periódico Keyhan, portavoz las ideas de Jamenei, llamó a Majedi el “representante del enemigo” en un artículo de opinión, en el que escribieron: “La parte más lamentable de esta entrevista es que el ex embajador de nuestro país en Alemania se ha puesto del lado de los europeos con respecto a los cargos de terrorismo contra la República Islámica”.
Los intentos desesperados por parte del régimen iraní de controlar la narrativa solo muestran lo que la Resistencia ha estado diciendo durante años: el terrorismo de Irán es una amenaza para la seguridad mundial y solo terminará cuando los mulás se retiren del poder.
A lo largo de 2018, hubo una serie de ataques terroristas que se realizaron en territorio europeo por parte del Régimen, incluyendo Francia, Albania, Estados Unidos, Países Bajos y Dinamarca. La razón de esto es que el régimen sabe que es cada vez más impopular en el país y está aislado internacionalmente, por lo que intenta cualquier acto desesperado para prolongar su poder.