CNRI – La Resistencia Iraní hace un llamado para salvar la vida de cinco prisioneros políticos en las prisiones de Ghezel-Hessar y Gohardasht en Karaj. También pide a todas las autoridades internacionales y a las organizaciones de derechos humanos tomar acciones urgentes para considerar las peticiones de estos prisioneros, detener las presiones inhumanas contra ellos y abolir las sentencias a muerte de los 4.
Cuatro prisioneros kurdos suníes llamados Hamed Ahmadi, Kamal Malai y Jamshid y Jahangir Dehghani (dos hermanos) están en graves condiciones físicas debido a que se encuentran en huelga de hambre desde hace 35 días. Fueron acusados y sentenciados a muerte solo por sus creencias religiosas y el sistema judicial de los mullahs les imputó cargos de “propaganda contra el estado, corrupción en la Tierra y Moharebeh (guerra contra Dios)”. Declararon su huelga de hambre tras ser transferidos de Gohardasht a la prisión de Ghezel-Hessar para su ejecución. Estos cuatro prisioneros también habían estado en huelga de hambre por 75 días hace cuatro meses y medio, como protesta a su condena.
Los cuatro prisioneros en huelga han perdido entre 10 y 15 kilos y su presión sanguínea ha caído a 6-8. Todos ellos ya han caído inconscientes en varias oportunidades durante periodos cada vez más prolongados. Además de torturas psicológicas, sufren dolores en sus caderas y riñones, tienen visión borrosa y severas hemorragias estomacales. Portando la vestimenta de los prisioneros que aguardan su ejecución, y siendo constantemente humillados, están confinados en criptas oscuras y estrechas sin las más mínimas instalaciones. En el hirviente clima de verano, los guardias de la prisión no les proporcionan agua fría a estos prisioneros que ayunan hasta en los momentos donde podrían comer. Para justificar su comportamiento inhumano los guardias de la prisión dicen a los prisioneros: “no tenemos responsabilidades en su suerte, porque los trajeron temporalmente y sólo para ejecutar la sentencia a muerte”.
Los agentes del régimen, como Khodabakhshi, el juez que supervisa la prisión, Sohrab Soleimani, Jefe General de Prisiones de Teherán, y Ali Hosseini jefe de la prisión de Ghezel-Hessar, no dan ninguna respuesta a las repetidas peticiones de las afligidas familias de estos prisioneros, y solo les hacen perder su tiempo dándoles respuestas falsas.
La condición física de Reza Shahabi, prisionero político y miembro del Sindicato de la Compañía de Buses de Teherán se ha deteriorado también debido a una huelga de hambre que ya lleva 48 días. En los últimos días, cuando se le transfirió al hospital por su grave condición, sus manos fueron esposadas a la cama. Reza Shahabi está en huelga de hambre desde el 1ro de junio en protesta por su transferencia del pabellón 350 de la prisión de Evin a la prisión de Gohardasht. Agentes de inteligencia de los mullahs han prohibido que miembros de su familia le visiten. Su cintura y su cuello sufren graves heridas debido a las torturas y aun así sus verdugos le impiden recibir una cirugía que los doctores recomiendan.
Mientras tanto, el Sr. Mohammad Amin Agoushi, un prisionero político y profesor retirado, ha sido transferido a confinamiento solitario –que no es nada más que una cámara de torturas- la semana pasada. Se encuentra en huelga de hambre desde el 8 de julio en protesta por ser transferido a la prisión central de Zahedan.
Secretariado del Consejo Nacional de la Resistencia Iraní
18 de julio del 2014