El miércoles 21 de octubre el líder supremo del régimen iraní Khamenei, preocupado profundamente por las consecuencias del acuerdo nuclear con el P5+1 y la supervivencia del régimen iraní, no tuvo más remedio que aprobar el acuerdo tras una demora de 100 días en una carta a Rouhani en la que señala su aprobación a la resolución sobre el tema del 10 de agosto del 2014 del Consejo Supremo de Seguridad Nacional del régimen.
En la misma acudió a su típica charlatanería para tomar ventaja de la débil política occidental y su apaciguamiento de los mulás. Arguyó nuevas razones o nuevas condiciones e hizo señalamientos ambiguos para dejar abierta la posibilidad de violar el acuerdo, y allanó el camino para bloquear su implementación e intentar animar a sus desalentadas fuerzas.
Anteriormente, el 13 de octubre, Khamenei puso fin a la crisis sin precedentes y las peleas internas creadas en las deliberaciones del parlamento sobre el acuerdo y las terminó pisando a su propia facción. Los diferentes grupos del régimen llamaron esto como “un golpe de estado” contra el parlamento y su presidente Larijani, quien el 18 de octubre dijo: “no estoy involucrado en el análisis del tema nuclear. Este pertenece al líder supremo de la revolución”.
A los tres meses de alcanzado el acuerdo las luchas internas entre facciones del régimen arden y la posición del líder supremo y por consecuencia del régimen entero están en peligro. En tales circunstancias Khamenei se refirió a algunas vacas y multifacéticas condiciones en su carta a Rouhani para señalar que si las condiciones son violadas por los P5+1 “el gobierno debe tomar los pasos necesarios y detener la implementación del acuerdo”. Señaló también que el acuerdo “tiene algunas ambigüedades estructurales y debilidades y hay muchos temas que sin un monitoreo constante y exacto pueden llevar a grandes daños al país actualmente y en el futuro”. Khamenei también escribió: “en la declaración de la Unión Europea y del presidente de los Estados Unidos debe estar estipulado que las sanciones serán levantadas en su totalidad y que cualquier señalamiento de que la estructura de las sanciones permanecería será considerado como una violación del acuerdo”
En la noche del 21 de octubre en una entrevista con la televisión estatal, el jefe de la delegación de negociaciones nucleares del régimen y vice ministro de asuntos exteriores Abbas Araqchi señaló: “algunas de las observaciones de Khamenei en su carta a Rouhani ya han sido cubiertas por el acuerdo, pero hay otra sección que Khamenei agregó y que el gobierno debe obedecer y tener en cuenta.”
Temeroso del horror de la comunidad internacional respecto a las atrocidades inhumanas del régimen iraní y su brutal terrorismo en la región Khamenei escribió: “en el periodo de 8 años la imposición de sanciones [incluyendo por terrorismo o derechos humanos] de parte de cualquiera de los países involucrados en la negociación será considerada como una violación al acuerdo y el gobierno entonces detendría la aplicación de este”. Araqchi reconoció que este es una nueva percepción y que el gobierno es obediente de los señalamientos y la interpretación de Khamenei.
Secretariado del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán
22 de octubre de 2015