La ejecución de un hombre de 36 años prevista para mañana sábado 9 de abril demuestra la completa indiferencia de las autoridades iraníes ante el derecho a la vida y su determinación a continuar con el escalamiento en la racha de ejecuciones que ha llevado a la muerte a alrededor de 1000 personas el año pasado, dijo Amnistía Internacional.
Miembros de la familia de Rashid Kouhi recibieron una llamada de autoridades de la prisión ayer informándoles que debían ir a la Cárcel Lakan de Rasht en la provincia de Gilan al norte del país para tener un último encuentro con el antes de su ejecución de mañana, señaló Amnesty en un comunicado en su página web.
“La inminente ejecución de Rashid Kouhi días después de que se revelera que Irán es el segundo país con más ejecuciones en el mundo en el 2015 según el reporte anual sobre la pena capital de Amnistía Internacional, señala la determinación de las autoridades de mantener su horrible tasa de ejecuciones” dijo Said Boumedouha, sub director de Amnistía Internacional para Oriente Medio y África del Norte.
“Las autoridades iraníes deben detener la ejecución de Rashid Kouhi inmediatamente. El uso de la pena de muerte por crímenes relacionados a las drogas es una flagrante violación al derecho internacional humanitario. En vez aumentar su racha de ejecuciones las autoridades iraníes deben tomar pasos para abolir este castigo final cruel e inhumano”
“Al menos 977 personas fueron ejecutadas en Irán en el 2015” declaró el grupo de derechos humanos.
Rashid Kouhi fue arrestado en un puesto de control de Roudbar, provincia de Gilan el 24 de agosto de 2011.
“Los oficiales que lo detuvieron practicaron un allanamiento de su mochila, encontrando 80 gramos de metanfetaminas. En ese momento era un estudiante. Fue juzgado y sentenciado a muerte tras un juicio groseramente injusto en una Corte Revolucionaria en Roudbar en febrero de 2012” señaló el comunicado.
“El veredicto de la corte que ha sido revisado por Amnistía Internacional tiene menos de una página de largo y no contiene un razonamiento adecuado. No tuvo acceso a un abogado durante su interrogación y se pudo reunir con un togado puesto por las autoridades por primera vez durante el juicio. Fue retenido en Roudbar durante dos años antes de ser llevado a la prisión Lakan en Rasht”.
A Rashid Kouhi se le negó el derecho a apelar su sentencia a muerte.
“Es terrible que a Rashid Kouhi se le haya negado el derecho a apelar, que es un elemento fundamental en el derecho a un juicio justo. Las autoridades iraníes deben detener de manera urgente esta ejecución y darle la oportunidad de apelar la sentencia a muerte en un juicio justo sin la posibilidad de imposición de la pena capital. No hacerlo sería una injusticia irreversible” declaró Said Boumedouha