Será considerado como un mártir del pueblo iraní y su resistencia contra el fascismo religioso y terrorista que gobierna Irán
La Sra. Maryam Rajavi, presidenta electa de la Resistencia Iraní, dijo respecto al fiscal argentino Alberto Nisman, asesinado en vísperas de una audiencia en el Congreso de Argentina sobre la lucha contra el terrorismo y el fascismo religioso que gobierna Irán y sus colaboradores: “el Dr. Alberto Nisman no es sólo un martir del pueblo iraní, lo es de la paz y la humanidad en la lucha contra el terrorismo. En particular, será considerado como un martir del pueblo iraní y su resistencia contra el fundamentalismo y el terrorismo que emana de este régimen. Se mantuvo valientemente contra el régimen de los mullahs y expuso los sucios acuerdos políticos y económicos que apuntaban a salvar a este régimen de su culpa en el crimen del bombardeo a la AMIA, y se negó a ceder ante las amenazas repetidas y crecientes que se cernían sobre el en los últimos meses.”
El objetivo de este cobarde asesinato es oscurecer la realidad y lavar las manos del fascismo religioso que gobierna Irán del gran crimen de la AMIA y allanar el camino para lograr acuerdos con los mulás. Desde los primeros días que procedieron a este atentado, la Resistencia Iraní expuso que la decisión de atacar se tomó en el Consejo Surpremo de Seguridad Nacional del régimen y que sus perpetradores fueron los líderes del régimen, su ministerio de inteligencia y las Fuerzas Qods, y la organización libanesa Hezbollah. Este tema fue tratado en detalle ante el juez de investigación del caso en varias reuniones llevadas a cabo en la embajada argentina en París por parte del Sr. Ebrahim Zakeri, miembro del PMOI y en ese momento presidente de la comisión de seguridad y antiterrorismo del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán, y sus colegas.
“Aunque el régimen inhumano de los mulás y sus colaboradores cegaron la vida de un noble y valiente fiscal de la comunidad internacional, este asesinato cobarde no detendrá la justicia y sin duda los líderes del régimen de los mulás enfrentarán a una corte por los cientos de actos terroristas, la ejecución de 120.000 prisioneros políticos y la masacre de los pueblos de Siria, Irak, Yemen y Líbano” afirmó la Sra. Rajavi.
Aludiendo a los pasos dados por el régimen clerical para allanar el camino antes del asesinato del fiscal Nisman, la Sra. Rajavi realizó un llamado para llevar a cabo una investigación internacional que encuentre a los culpables de este gran crimen contra la verdad y la justicia. “Una investigación sobre este tema hace parte de la investigación del caso AMIA y seguramente dará luces sobre el rol del régimen iraní en ese crimen también. Al investigarse cualquiera de los crímenes perpetrados por este régimen, financista del terrorismo, se llegará a sus más altos funcionarios. Exportar terrorismo es una herramienta que este régimen usa para hacer avanzar sus políticas y nunca lo abandonará. El apaciguamiento de los mulás por parte de los paises occidentales les ha dado valor para exportar el terror y el fundamentalismo, de tal forma que hoy son estos crímenes los que azotan toda la región” enfatizó.
Según las investigaciones del fiscal Nismal, el plan para volar el centro comunitario judío en Buenos Aires se discutió en una reunión del Consejo Supremo de Seguridad Nacional del régimen el 14 de agosto de 1993 en la que participaron Khamenei (el líder supremo), Hashemi Rafsanjani (presidente), Ali Akbar Velayati (Ministro de Asuntos Exteriores) y Ali Fallahian (Ministro de Inteligencia). Una vez se tomó la decisión, Khamenei encargó al ministerio de inteligencia y a la Fuerzas Qods de la Guardia Revolucionaria (IRGC-QF) llevar a cabo el atentado. En ese momento Ahmad Vahidi era el Comandante de las Fuerzas Qods y Mohsen Rezaii Comandante del IRGC. La investigación de Nisman revela que el mulá Mohsen Rabbani, encargado del régimen para el terrorismo en América Latina (en ese momento trabajando bajo la fachada de agregado cultural de la embajada en Buenos Aires), otro agente del ministerio de inteligencia llamado Ahmad Reza Asghari (bajo la fachada de tercer secretario de la embajada) e Imad Moghnia, comandante militar de Hezbollah, estaban también involucrados en la implementación del plan.