Discurso de Carmen Quintanilla, Presidenta de la Comisión de Igualdad en el Congreso y presidenta de AFAMMER
Paris 7 de febrero 2015 – Una conferencia internacional titulada “Fundamentalismo islámico: raíces, soluciones, rol del régimen iraní” se llevó a cabo en París -con motivo del 36mo aniversario de la revolución de febrero de 1979 en Irán- bajo invitación del Comité Francés por un Irán Democrático (CFID), y en el que participaron prominentes figuras internacionales.
Texto de discurso de la diputada Carmen Quintanilla:
Hoy como siempre quiero darles las gracias por haberme invitado y por hacerme el honor de compartir estos momentos con todos ustedes. Y sobre todo, porque quiero dar las gracias. Dar las gracias a la presidenta Rajavi, la presidenta del Consejo nacional de la Resistencia Iraní.
Hace aproximadamente una semana, verdad presidenta, compartíamos una mesa importante, compartíamos una reunión en el Consejo de Europa. Una reunión donde parlamentarios de los 47 países miembros hablaban a la Sra. Rajavi de la libertad, de la paz, de los derechos humanos y ella hacía como siempre, hablaba de su pueblo, hablaba del pueblo iraní. Del pueblo iraní que sufre la falta de libertad. Del pueblo iraní que sufre cada día el horror de la muerte de sus amigos, del pueblo iraní que además habla de libertad y derechos humanos.
Y yo en ese momento, cuando tuve que intervenir, le di las gracias. Le di las gracias porque habla de libertad. Le di las gracias porque habla de derechos humanos. Le di las gracias porque habla de paz. Pero sobre todo le di las gracias porque habla de las mujeres. De las mujeres de Irán, de esas mujeres invisibles debajo de un velo islámico. De esas mujeres que no tienen derecho a estudiar en cualquier facultad de la universidad en Irán. De esas mujeres que basado en la religión, en una visión fundamentada en el fundamentalismo islámico, están menoscabando cada día sus derechos.
Por eso le di las gracias. Y le di las gracias porque ella hablaba de los derechos de las mujeres. Y les di las gracias porque 120 millones de niñas y de mujeres en el mundo son sometidas a la mutilación genital. Le di las gracias porque en la ciuad de Mossul en Irak se ha acordado, se ha escrito un decreto donde exigen a las mujeres y a las niñas ser sometidas a la ablación genital. A la mutilación genital. A la violencia más cruel que se puede ejercer contra las mujeres y las niñas. Le di las gracias a la presidenta Rajavi porque habló de los crímenes de honor. Habló de la lapidación. Porque habló de 600.000 mujeres en el mundo, entre ellas en Irán, y en el Estdo Islámico que son lapidadas sencillamente en nombre de un fundamentalismo que atenta contra la libertad y los derechos humanos.
Le di las gracias porque es muy importante que esta tarde aquí y hoy hablemos de las mujeres. De las mujeres que en Irán no tienen libertad. De las mujeres que han muerto en el Campo Liberty. De las mujeres mártires que no son visibles en la sociedad iraní, pero que hablan de igualdad. Que hablan de derechos, que hablan de libertad.
Por eso después de escuchar a los maravillosos políticos que me han precedido en el uso de la palabra, que han hablado de desarme nuclear, que han hablado de fundamentalismo islámico que han hablado de terrorismo basado en el fundamentalismo islámico, yo quiero hablar de las mujeres. Quiero hablar de ese 52% de la población iraní que clama libertad. Quiero hablar de esas mujeres invisibles que no tienen derechos. Quiero hablar de las mujeres que desgraciadamente como consecuencia de una ley iraní aprobada en el parlamento de Irán en octubre del 2013 cualquier padre puede casarse con su hija adoptiva cuando cumpla la edad de 13 años.
Pensemos cada uno de nosotros en nuestras niñas, nuestras adolescentes que tienen 13 años y van a ser obligadas a tener relaciones maritales con su padre adoptivo o con su padrastro que posiblemente le duplique la edad, le triplique la edad o tenga 60 años.
Eso es queridas amigas y amigos la vulneración más flagrante de los derechos humanos de las niñas, es la vulneración más flagrante y el abuso sexual y la violencia sexual que sufren las niñas como consecuencia de leyes que atentan a los derechos humanos de las mujeres, sobre todo de las niñas en Irán.
Por eso hace una semana cuando compartía con la Sra. Rajavi, cuando compartía con la presidenta un momento histórico, un momento entrañable, un momento duro, como era la celebración del 70 aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz.
Recordaba junto a ella ese campo de concentración de Liberty. Recordaba junto a ella como desgraciadamente en base del fundamentalismo islámico tenemos que recordar hoy las víctimas de las torres gemelas de Nueva York y tenemos que recordar también hoy a las víctimas de los trenes de Atocha de Madrid, y tenemos que recordar también a las víctimas del metro de londres, y tenemos que recordar, como no, en la ciudad de París, en la ciudad de la luz, a las víctimas del semanario de Charlie. Tenemos que recordar también a ese joven piloto jordano que ha sido aniquilado por el EI y también al periodista japonés.
Y tenemos que recordar cada uno de nosotros el terror que invade a la libertad. Y tenemos que recordar cada uno de nosotros que hablar de igualdad es hablar de democracia, que hablar de libertad es hablar de igualdad. Que hablar de igualdad es hablar de justicia social.
Y, queridas amigas y amigos, voy a ir terminando porque somos muchos los que tenemos que utilizar hoy la palabra, y tenemos el honor de dirigirnos a vosotros. Quiero daros un mandato, daros una palabra: esperanza. La esperanza de que cada una de vosotras y cada uno de vosotros sois el espejo de miles de millones de mujeres que viven en Irán, clamando libertad. Que viven en Irán clamando justicia social. Que viven en Irán hablando y llamando igualdad.
Y aquí me tenéis, me tenéis como una más de vosotros. Me tenéis como presidenta del Comité de Igualdad del Congreso de los Diputados de España y también como vicepresidenta del Consejo de Europa.
Dentro de unos días volaré a Nueva York, a Nueva York de nuevo a revisar en la 59º sesión de la Comisión Social y Jurídica de la Mujer lo que se acordó en la 4º Conferencia Mundial de las Mujeres que se celebró en Beijing. Volveremos a decirle al pueblo de Irán, al gobierno de Irán que la libertad es un derecho humano. Volveremos a decirle al Estado Islámico que atentar contra los derechos humanos es un crimen de lesa humanidad contra las mujeres. Y de nuevo en esa conferencia que se celebrará en la ciudad de Nueva York en la revisión de la plataforma de acción de Beijing, las mujeres allí reunidas y los estados miembros que forman parte de Naciones Unidas gritaremos libertad, gritaremos igualdad, gritaremos justicia pero sobre todo, gritaremos democracia.
Ustedes están hoy hablando de un Irán libre, nosotros estamos aquí acompañándoles porque estamos convencidos que cuando Irán sea libre las mujeres vivirán en democracia, vivirán en libertad y vivirán en paz. El compromiso de las mujeres del mundo está hoy aquí para decirles que estamos a su lado y que desde luego no las vamos a olvidar y que cada una de ellas en Irán, tenemos que luchar por ellas. Por la justicia y por la igualdad.
Querida presidenta, gracias, gracias, por llevar la voz de las mujeres al Consejo de Europa, gracias por llevar la voz de las iraníes a todas las instituciones internacionales. Gracias porque de ti, cada una de nosotras aprendemos a hablar de libertad, de democracia y de igualdad. Muchas gracias presidenta.
Muchas gracias.