El senador estadounidense Bob Corker, presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Senado, dijo que promoverá su proyecto para que el Congreso revise de manera obligatoria el reciente acuerdo nuclear con Irán.
Corker dijo a “Fox News Sunday” que el Senado está cerca de tener los 67 votos necesarios para sobrepasar el veto presidencial.
La legislación, que tiene fuerte apoyo bipartidista, impediría al presidente Obama levantar sanciones económicas al régimen iraní por 60 días mientras el Congreso revisa el trato.
El Congreso ha insistido en que sus miembros tengan la última palabra en el acuerdo para asegurar a los estadounidenses que la administración Obama no está aceptando un mal acuerdo.
El comité del Senado deberá votar el 13 de abril el proyecto bipartidista.
Tras alcanzar un acuerdo el jueves, el presidente Obama advirtió: “si el Congreso mata este acuerdo -no basados en un análisis experto, y sin ofrecer una alternativa razonable- entonces se culpará a los Estados Unidos por el fracaso de la diplomacia. La unidad internacional colapsará y el camino al conflicto se ampliará”.
Corker también dijo el domingo que los negociadores del acuerdo le dijeron que las acciones del Congreso y las amenazas de sanciones no dañaron las negociaciones y de hecho fueron parte de alcanzar un mejor acuerdo.
Mientras tanto, en una entrevista con el New York Times el presidente Obama defendió firmemente el acuerdo marco logrado con Irán como una “oportunidad única” para impedir el acceso a la bomba nuclear y lograr una estabilidad de largo plazo en Medio Oriente.
Argumentó que unas exitosas negociaciones presentaban la mejor garantía para impedir que el régimen iraní obtenga el arma nuclear, pero insistió que todas las opciones se mantienen en la mesa si Teherán viola los términos del acuerdo.
“He sido muy claro en decir que bajo mi mandato Irán no adquirirá un arma nuclear, y pienso que deberían entender que lo decimos en serio” dijo Obama en una entrevista publicada el domingo. “Pero lo digo en espera de poder concluir este acuerdo diplomático -y que abre una nueva era en las relaciones entre Estados Unidos e Irán- e, igualmente importante, una nueva era en las relaciones de Irán con sus vecinos”.
Obama dijo que quedaban muchos detalles por arreglarse y advirtió que habría “verdaderas dificultades políticas” para implementar el acuerdo en ambos países.
Sobre la sustancia del marco de acuerdo nuclear, Obama especificó más sobre cómo los Estados Unidos pretenden verificar que Teherán no haga trampa. Dijo que habría un “mecanismo internacional” para asegurarse si era necesaria la inspección de una instalación sospechosa y que podría saltarse las objeciones del régimen iraní.