Monday, May 19, 2025
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Paraguay designa al CGRI de Irán como organización terrorista, alegando amenaza global.

Comandantes del CGRI corean consignas durante una ceremonia organizada por el Estado en Irán.
Comandantes del CGRI corean consignas durante una ceremonia organizada por el Estado en Irán.

En una amplia medida antiterrorista, el Gobierno de Paraguay ha designado oficialmente al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI) del régimen iraní   como organización terrorista, citando sus sistemáticas violaciones de la paz internacional, los derechos humanos y la seguridad global.

El presidente  Santiago Peña  anunció el jueves a través de X (anteriormente Twitter), afirmando que la decisión se debe a las “violaciones sistemáticas de la paz, los derechos humanos y la seguridad de la comunidad internacional” cometidas por el CGRI. La medida también amplía las designaciones terroristas vigentes en Paraguay para Hamás y Hezbolá, incluyendo a ambas organizaciones en su totalidad, no solo a sus brazos armados.

Los decretos presidenciales, numerados 3758, 3759 y 3760, fueron descritos como parte de la “posición firme y no negociable de Paraguay en la lucha contra el terrorismo”, según un  comunicado oficial  de la presidencia.

La designación marca un  avance significativo  en la postura de América Latina ante las amenazas militantes transnacionales. El Departamento de Estado de EE. UU. elogió la medida, calificándola de “paso crucial” que “ayudará a impedir que el régimen iraní y sus aliados planifiquen ataques terroristas y recauden fondos para sus actividades malignas y desestabilizadoras, incluso en la Triple Frontera compartida por Paraguay, Argentina y Brasil”.

La Zona de la Triple Frontera (TBA) es conocida tanto por el comercio lícito como por la actividad financiera ilícita, y las agencias de inteligencia la han citado durante mucho tiempo como un punto vulnerable para las redes extremistas.

Estados  Unidos también reiteró  su opinión de que “Irán sigue siendo el principal estado patrocinador del terrorismo en el mundo” e instó a otras naciones a exigir cuentas al régimen frenando las operaciones de sus agentes, financistas y redes afiliadas en el extranjero.

Al ampliar su designación más allá de los elementos armados para incluir a las ramas políticas y sociales de estos grupos, Paraguay rompe con un precedente más limitado establecido en 2019 y envía lo que el presidente Peña describió como un “mensaje claro” en defensa de los principios democráticos, el derecho internacional y la soberanía nacional.

Durante años, el CGRI y Hezbolá han expandido discretamente sus  operaciones por Latinoamérica , utilizando embajadas, centros religiosos y empresas fachada como plataformas para la recopilación de inteligencia, el reclutamiento y la financiación ilícita. El régimen clerical iraní ha utilizado estas redes para establecer una presencia militar y paramilitar en la región, aprovechando la cobertura diplomática y la corrupción en los sistemas locales para infiltrar agentes en países como Venezuela, Bolivia y Guyana. Esta penetración estratégica, facilitada por el intercambio cultural y las alianzas políticas, ha permitido a Teherán llevar a cabo labores de vigilancia, logística e incluso frustrar atentados en Colombia y Argentina.

A medida que aumentan las tensiones geopolíticas y se intensifican las preocupaciones de seguridad transnacional, la medida de Paraguay puede servir de precedente para otros países latinoamericanos que consideren designaciones similares.