El régimen nunca investigará sus propios crímenes y seguirá violando los derechos humanos de los ciudadanos iraníes.
El régimen seguirá negándose a investigar su crimen porque los mulás temen las consecuencias internacionales de este atroz crimen. De hecho, el régimen no ha investigado ni procesado ninguno de sus muchos crímenes de lesa humanidad en los últimos 41 años.
El régimen se ha negado y no ha investigado la masacre de más de 30.000 presos políticos en 1988. Siete expertos de las Naciones Unidas, en una carta al régimen en septiembre de 2020, que se publicó en diciembre, subrayaron que la masacre de 1988 “puede constituir crímenes de lesa humanidad”.
Estos expertos de la ONU subrayaron: “Hasta la fecha, ningún funcionario en Irán ha sido llevado ante la justicia y muchos de los funcionarios involucrados continúan ocupando cargos de poder, incluso en órganos judiciales, fiscales y gubernamentales clave responsables de garantizar que las víctimas reciban justicia”.
De hecho, como subrayaron los expertos de la ONU, la “falta de acción de la comunidad internacional” tuvo un impacto devastador en los supervivientes y sus familias, así como en la situación general de los derechos humanos en Irán y animó a Irán a seguir ocultando el destino de las víctimas y para mantener una estrategia de desvío y negación que continúe hasta la fecha ”.
Esta inacción ha continuado hasta el día de hoy, permitiendo al régimen masacrar a 1500 manifestantes, matar a 176 pasajeros y arrestar y torturar a quienes protestan por estos actos criminales.
El régimen continuará con sus violaciones de derechos humanos hasta que se le haga responsable.
La Unión Europea adoptó recientemente un nuevo régimen de sanciones globales contra los violadores de derechos humanos. Lamentablemente, los líderes de la UE continúan sus relaciones económicas con Irán, donde gobiernan los asesinos en masa. La inacción de la UE y la priorización de los intereses financieros sobre los valores de los derechos humanos al tratar con Teherán solo permiten que el régimen continúe con sus violaciones de derechos humanos. Los líderes de la UE han expresado su preocupación durante años por los continuos abusos contra los derechos humanos en Irán y han condenado al régimen. Pero estas “condenas” y expresiones de “preocupación” no detendrán al régimen.
La UE debería liderar un esfuerzo internacional para hacer que los líderes del régimen rindan cuentas por sus crímenes contra la humanidad. La comunidad internacional debería enviar una misión de investigación a las cárceles iraníes y asegurar la liberación de todos los prisioneros, en particular los arrestados durante las protestas nacionales de Irán.
La UE debería imponer sanciones a los líderes del régimen por violaciones de derechos humanos y condicionar todas las relaciones con Teherán al fin de los abusos de derechos humanos cometidos por el régimen.