Friday, October 4, 2024
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Estados Unidos y Naciones Unidas deben detener la tortura psicológica de los agentes iraquíes contra los iraníes del Campo Liberty

Durante 42 días los agentes iraquíes han continuado la tortura psicológica contra los residentes en el Campo Liberty, como el pasado viernes cuando a través de potentes altavoces dirigidos hacia las residencias de los residentes sonaban cantos fúnebres en farsi y en árabe.

CNRI – Los agentes de seguridad iraquíes continúan ocupados imponiendo un asedio y reprimiendo a los residentes del Campo Liberty. Por ejemplo, desde el 26 de octubre de 2014, han acudido a la tortura psicológica de los residentes al difundir cantos fúnebres del régimen clerical en farsi y árabe durante diferentes horas del día y la noche usando poderosos altavoces.

Estos agentes son los mismos criminales que bajo el comando de Faleh Fayad -Asesor de Seguridad Nacional de Nouri al-Maliki y quien aún mantiene esta posición- han masacrado, impuesto un asedio y torturado psicológicamente a los residentes de Ashraf y Liberty por años.

Todos los altavoces están situados en la estación de policía del campo y sus ondas de sonido están concentradas hacia los lugares de reposo de los residentes. Esta tortura psicológica, en marcha desde hace 42 días, atormenta principalmente a los pacientes en la Sección Uno del Campo Liberty al ser el más cercano a los altavoces, lo que ha privado a muchos de los pacientes de sueño y descanso.

La implementación de esta tortura psicológica, además de violar múltiples  convenciones internacionales incluyendo la Convención contra la Tortura, es una violación flagrante al Memorando de Entendimiento firmado entre el Gobierno de Irak y las Naciones Unidas el 25 de diciembre del 2011 y es una continuación de la tortura psicológica de 2 años contra los residentes en Ashraf por parte de los agentes de inteligencia de los mullahs bajo el pretexto de ser familiares de los residentes. Desde febrero del 2010 hasta diciembre del 2011, los torturadores han usado 320 altavoces para amenazar a los residentes día y noche con masacrarlos y quemar Ashraf.

Los residentes y sus representantes se han quejado en repetidas ocasiones a los monitores de la Misión Especial de Naciones Unidas en Irak por esta tortura psicológica y han enviado reportes diarios a varios funcionarios de Naciones Unidas, pero la difusión de cantos fúnebres del régimen no sólo no se ha parado sino que se ha intensificado.

La resistencia iraní advierte de las consecuencias de esta tortura psicológica que es un claro caso de crímen contra la humanidad y cuyos perpetradores deben ser juzgados. También recuerda los repetidos compromisos tomados por escrito por parte del gobierno estadounidense y las Naciones Unidas sobre la seguridad y el bienestar de los residentes del Campo Liberty y llama a su intervención para terminar esta tortura psicológica, la difusión de cantos fúnebres, y el retiro de los altavoces.