Tras días de cortinas de humo provenientes de Teherán celebrando su victoria de “frustrar el intento de la arrogancia global” de “robar un petrolero iraní”, declaraciones de funcionarios iraníes y medios estatales aclaran los motivos de este movimiento imprudente. El 4 de noviembre, la televisión estatal de Irán se jactó de “una acción oportuna y autorizada de las fuerzas navales de la Guardia Revolucionaria” que había impedido la “operación de la armada terrorista estadounidense para robar petróleo iraní en el Mar de Omán”.
🎥 جزئیات شکست آمریکا در دزدی نفت ایران در آبهای دریای عمان#سپاه pic.twitter.com/ntpksqx8W4
— خبرگزاری تسنیم 🇮🇷 (@Tasnimnews_Fa) November 3, 2021
El Pentágono calificó la declaración como una “afirmación falsa”. Pronto se reveló que Teherán se había apoderado de un petrolero de bandera vietnamita en octubre, identificado como SOUTHYS. El sitio web Tanker Trackers reveló que SOUTHYS estaba, de hecho, transportando “700.000 barriles de petróleo crudo iraní a China, pero fue rechazado”. Según el diario estatal Sharq del 6 de noviembre, “China no permite que algunos de nuestros petroleros cisterna descarguen bajo el pretexto de problemas ambientales o la violación de las sanciones de Estados Unidos. Por lo tanto, algunos de los petroleros finalmente se ven obligados a regresar a aguas iraníes”.
SOTHYS attempted to make a delivery of 700,000 barrels of Iranian crude oil to China but was rejected. SOTHYS then sailed all the way back to Iran and dropped anchor in Bandar Abbas. Yesterday she was relocated to the Strait of Hormuz. pic.twitter.com/Y9JRYWJEbq
— TankerTrackers.com, Inc. (@TankerTrackers) November 3, 2021
Las conversaciones
Ahora, los medios y funcionarios estatales de Irán se burlan de lo que Teherán presentó como una victoria en vísperas de las celebraciones del aniversario de la crisis de rehenes del 4 de noviembre. Muchos observadores y analistas políticos describieron la acción como parte del modus-operandi del régimen de utilizar el terrorismo como palanca antes de la nueva ronda de conversaciones nucleares en Viena. “La noticia de la incautación del petrolero vietnamita se publicó exactamente en la víspera del 4 de noviembre. Este momento ha suscitado varios debates sobre los motivos y los efectos posteriores de esta acción en las conversaciones nucleares entre Irán y Occidente”, escribió el diario estatal Hamdeli el 6 de noviembre pasado. El viernes, Mohammad Ali Ale-Hashem, representante del líder supremo del régimen, Ali Jamenei en la provincia de Azerbaiyán Oriental de Irán, calificó la incautación flagrante del petrolero como un intento de “debilitar las posiciones de Estados Unidos en las conversaciones nucleares” y “aumentar la brecha entre Estados Unidos y Francia”.
“La operación de las fuerzas navales de la Guardia Revolucionaria el miércoles y la liberación de un petrolero iraní fue muy importante”, afirmó Al Hashem. “El incidente en vísperas de las conversaciones de Viena debilita la moral del equipo estadounidense, ya que debe bajar su posición frente al poder ofensivo de Irán. La reciente acción militar de Irán alejará a Francia de Estados Unidos en la cumbre de Viena”, agregó. El régimen continúa sus acciones beligerantes en aguas internacionales porque sus otras acciones de provocación se han quedado sin respuesta. El régimen se arriesgó a cometer un fiasco internacional antes de las conversaciones nucleares para revivir el acuerdo de 2015, conocido formalmente como el Plan de Acción Integral Conjunto. Como he dicho antes, el régimen tenía dos objetivos. Primero, quería presionar a las potencias occidentales para que ofrecieran más concesiones a Teherán. En segundo lugar, Teherán necesita impulsar la moral de sus fuerzas que se enfrentan a una sociedad inquieta, especialmente en vísperas del aniversario de las principales protestas de Irán en noviembre de 2019. Como reconoció el diario estatal Mostaghel el 30 de octubre, el régimen necesita sus fuerzas represivas ya que “el sistema político en Irán ha estado enfrentando crisis de legitimidad política, eficiencia económica y corrupción estructural durante muchos años”.
Corrupción
Otro aspecto revelado en las ridículas maniobras militares fue la corrupción institucionalizada del régimen. La Guardia Revolucionaria se beneficia de eludir las sanciones. Según el diario estatal Hamdeli, “en lugar de transacciones formales de petróleo por petroleros, los intercambios tienen lugar en las profundidades del mar”. Hamdeli agrega que “Este incidente nos dice que la economía informal, no transparente y marítima domina sobre la economía formal y transparente”.
Abbass Akhundi, ex ministro de Desarrollo Urbano del régimen había reconocido en una entrevista que “el veinticinco por ciento del comercio de 80.000 millones de dólares de las empresas fachada de Teherán se gasta en eludir las sanciones. En otras palabras, se imponen 20.000 millones de dólares al gasto del país”. Según el diario Hamdeli, “si $20 mil millones es el costo de eludir las sanciones, ciertamente sería una cantidad muy alta para ser compartida entre los [funcionarios] iraníes y sus socios extranjeros que eluden las sanciones”.
Conclusión
Ahora, cuando el polvo comienza a asentarse, los verdaderos motivos de Teherán pasan a ser el centro de atención. Esto incluye el uso del terrorismo y la extorsión como “palanca” durante las próximas conversaciones nucleares. Las acciones belicosas de Teherán no se frenarán mediante negociaciones y concesiones. Los mulás de Teherán solo entienden el lenguaje de la firmeza. Las potencias occidentales deberían castigar al régimen iraní por su reciente piratería y por poner en peligro la seguridad de las aguas internacionales.