El sábado 14 de mayo alrededor de 100 guardias de la prisión Gohardasht (Rajai Shahr) allanaron salvajemente el pabellón 21 de los prisioneros políticos en el Hall 7 y destruyó las pertenencias de los internos en un intento de intensificar la presión psicológica y la tortura contra ellos.
Otra trama usada para poner presión a estos prisioneros es insultarles y proceder con humillantes cacheos corporales frente a los otros prisioneros cuando se reúnen con sus familias.
El 4 de mayo el prisionero político Saleh Kohandel, simpatizante de la Organización de Muyahidines del Pueblo de Irán (OMPI/MEK) debió renunciar a una visita familiar por este tratamiento inhumano.
Anteriormente un grupo de prisioneros políticos, incluyendo Saeid Massouri, Saeid Shirzad, Pirouz Mansouri, Reza Akbari-Monfared, Javad Fouladvand y Shahin Zoqitabar se negaron a encontrarse con sus familiares debido al bárbaro tratamiento recibido.
El 4 de mayo Shahin Zoqitabar escribió una carta exponiendo las presiones impuestas por los principales verdugos de la Prisión Gohardasht llamados Mardani, Marvi y Shojaei, y protestando contra la tortura física y el humillante tratamiento recibido por los prisioneros durante las visitas. El mismo día los verdugos impidieron a Hassan Sadeqi, prisionero político simpatizante de la OMPI, ver a su hijo. Su familiar fue arrestado y llevado a un exhaustivo cacheo físico.
Massoud Arab Choubdar, otro prisionero político en Gohardasht, se refirió en una carta al Sr. Ahmed Shahhed –relator especial sobre la situación de derechos humanos en Irán- a las brutales torturas sufridas por los prisioneros de parte de los principales verdugos como Mardani -cabeza de la prisión- Amirian –segundo al mando-, Hassan Mahdifar –a cargo del pabellón 2-, Mirzaei –segundo a cargo de seguimiento- y el verdugo principal Mardi, a cargo de la contrainteligencia en la prisión. En la carta pidió una investigación sobre la violación brutal contra los derechos humanos en las prisiones del régimen iraní.
Además de esto, los prisioneros políticos de la prisión Gohardasht escribieron una carta al Consejo de Derechos Humanos de la ONU quejándose de las golpizas recibidas y la instalación de placas de metal contra las ventanas de sus celdas. Los prisioneros de Gohardasht también protestaron por los dispositivos instalados en el jardín de la prisión.
Mejoras en la situación de derechos humanos en Irán e incluir la liberación incondicional de los prisioneros políticos debe ser una condición a todas las relaciones con el fascismo religioso que gobierna Irán
Secretariado del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán
17 de mayo de 2016