Por Houri Afzali, huelguista en el Campo Liberty
Han pasado 92 días desde el atroz ataque contra el Campo Ashraf. 92 días donde los asesinos han estado celebrando cómo han engañado al mundo entero diciendo “¿pueden creerlo? Nos salimos con la nuestra asesinando 52 personas y secuestrando otras 7 y el mundo entero guarda silencio y nadie nos pregunta sobre nada, ¡nada!”.
No se engañen, esta no es la historia de un incidente que tuvo lugar en una esquina lejana del planeta hace alrededor de 100 años, ni siquiera en la era barbárica. No, tuvo lugar en septiembre del 2013, en el día y la era donde todo el planeta se jacta de la democracia. La era de conciencias despiertas, libertad y conocimiento. Una era en donde no podemos engañar ni siquiera a un niño pequeño.
Desafortunadamente, el primero de septiembre, despiadados asesinos atacaron el Campo Ashraf – llamado la Perla del Desierto por el pueblo iraquí- y masacraron 52 residentes y tomaron seis mujeres y un hombre como rehenes. ¡Y todos los grandes oficiales y políticos, los así llamados paladines de la democracia en el mundo libre fueron de alguna manera engañados! Los asesinos dijeron “no fuimos nosotros, y no sabemos nada”, mientras oficiales de los Estados Unidos y de Europa dan la espalda diciendo “no sabemos que ocurrió”.
Para mí y cualquier otro ser humano racional, es simplemente ridículo que en una era de tan rápido progreso tecnológico y de comunicaciones, el gobierno estadounidense –que disfruta de los haberes más avanzados para espiar e interceptar- de hecho clama no saber de tal ataque y toma de rehenes. Para agregar insulto a la injuria, la embajada de Estados Unidos fue informada por los residentes de Liberty por teléfono al mismo momento en que se llevaba a cabo la masacre en Ashraf. Pero no hicieron nada, absolutamente nada.
Quiero decir que puede que los “funcionarios administrativos de alto rango” estén en negligencia deliberada; que puede que hayan guardado silencio y elegido dejarse engañar, pero nosotros no nos rendiremos y continuaremos hasta que rompamos su silencio y revelemos la verdad. Han pasado 92 días desde que comencé a negarme a recibir alimento, pero mi grito junto al de mis colegas ha sacudido al mundo entero. Quiero decir que si usted ha permanecido permanecer en silencio y recostarse en su sillón, sepa que está pavimentando el camino para masacres futuras de disidentes iraníes ahora en el Campo Liberty cerca a Bagdad
Soy la voz de la conciencia humana Si, estoy gritando con cada parte de mi ser y rompo el silencio como resultado. 92 días no es nada, incluso si toma 9 meses, gritaré fuerte con cada célula de mi cuerpo. Incluso si mi pena engulle mi alma, nunca me rendiré.
Tengo la seguridad de apoyarme en todos los amantes de la libertad y en las conciencias despiertas que simbolizan los verdaderos valores humanos; tengo tan gran espíritu y determinación, que saludo todas las penas con una sonrisa pues es el deber de todo ser humano ponerse del lado de la verdad y la justicia. Defenderé esta causa hasta que nuestros derechos fundamentales sean respetados y los rehenes liberados. Asegúrense de que todos los que eligen el silencio y el apaciguamiento serán humillados.
No permitiremos que Ashraf, las víctimas del ataque del primero de septiembre y los rehenes sean sacrificados por políticas de apaciguamiento y así olvidados para siempre.
Sí, soy la voz de las conciencias nobles y de la libertad.